(Efe) Durante su discurso, el Papa hizo una invitación al diálogo «en este contexto difícil»: «Debemos celebrar la victoria del amor sobre el odio. Os invito a no tener miedo y conservar vuestra fe», subrayó.
En ese sentido, hizo un llamamiento a los fieles para que se aferren a la verdad en los países donde hay divisiones y heridas para recuperar la unión.
«La tolerancia debe triunfar sobre la venganza y la unión sobre la división», aseguró el papa, quien remarcó que «este es un llamamiento insistente para que toda palabra se convierta en hecho».
El documento firmado ayer recoge las propuestas aprobadas por los obispos en el sínodo de 2010, donde rechazaron que se recurra a la Biblia para justificar las «injusticias» y abogaron por que los palestinos tengan un Estado propio, en la línea «dos pueblos, dos estados» (Israel y Palestina), entre otros asuntos.
En esa cita se pidió, además, a la comunidad internacional y a los países de Oriente Medio que no cejaran en la búsqueda de la paz en la zona, un logro que el Papa consideró en su día que es «posible y urgente».
El sumo pontífice explicó ayer en la basílica de San Pablo que la la Exhortación Postsinodal está dirigida a todo Oriente Medio y su primer mensaje es indicar a los fieles lo que deben hacer en esta tierra.
«La Iglesia de Oriente debe vivir sin temor porque Dios está en ella para que practique su fe de forma efectiva», apuntó Benedicto XVI.
El Santo Padre firmó el documento, que entregará a los obispos de la región en una misa en Beirut el próximo domingo, en un acto al que asistieron el presidente libanés, Michel Suleiman, obispos de todas las confesiones -algunos venidos de Irak y Egipto-, numerosas personalidades políticas y 450 invitados.
En su discurso de bienvenida, el patriarca melquita-católico, Gregorio III Laham, insistió en la necesidad de solucionar el conflicto palestino-israelí, y aseguró que «el reconocimiento del Estado palestino preparará la vía a una verdadera 'primavera árabe'».