(InfoCatólica) Por su interés, reproducimos la nota de la delegación de juventud de la diócesis de Getafe:
- Muchos de los responsables de la pastoral juvenil de la Diócesis de Getafe nos habéis manifestado vuestra desilusión y preocupación ante el anuncio de que Eurovegas tendrá como ubicación, muy probablemente, la localidad de Alcorcón. Vuestro trato diario con los jóvenes os lleva a comprobar la fragilidad psicológica y afectiva con la que crecen hoy en nuestra sociedad y os hace prever el gran obstáculo educativo que este evento supondrá para su felicidad y desarrollo personal.
- Ciertamente, en esta ocasión, las administraciones públicas están teniendo una visión cortoplacista e irresponsable ante los jóvenes, sin caer en la cuenta de que hay decisiones que pueden dañar para siempre la existencia de muchas personas, cuyas vidas, en gran número, la Iglesia ha de recomponer después con cariño, cercanía, delicadeza y paciencia. Se habla de la rentabilidad de este centro, pero aún nadie ha dado cifras de los costes sociales y económicos que la sociedad habrá de pagar en rehabilitar a los que allí enfermen.
- La crisis económica precisa de nuevas iniciativas que la resuelvan pero el fin no justifica los medios. La Iglesia conoce el interior de las personas y lo sabe bien. Como nos ha dicho Jesucristo, “no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt 4,3-4). La reciente decisión de abrir los comercios los domingos ha sido otro retroceso en esta dirección materialista, pues resta calidad de vida a las personas en el día en que su alma se oxigena dando culto a Dios. Hay que enseñar a los jóvenes que son algo más que objeto de producción, pues “el hombre rico e inconsciente es como un animal que perece” (Salmo 48,21).
- En caso de confirmarse esta triste noticia, os pedimos, desde esta Delegación, que atendáis en vuestras parroquias no sólo a los jóvenes católicos cuya personalidad quede dañada por la apertura de este centro sino también a los jóvenes no creyentes que os lo pidan. Os rogamos también que colaboréis en la creación de un ambiente social protegido en el que se conozca y prevengan las consecuencias de este lugar. Por último, os alentamos a que sigáis trabajando con entusiasmo por el bien de los jóvenes y la salvación de sus almas, puesto que más allá de decisiones miopes como ésta, la victoria del amor de Dios seguirá triunfando y generando sonrisas duraderas en ellos.