(Aciprensa/InfoCatólica) Nació en Carpane, provincia de Vicenza, en mayo de 1942. Fue ordenado sacerdote e incardinado en la diócesis de Padua el 1 de abril de 1967. Comenzó en 1971 su servicio diplomático a la Santa Sede, y prestó servicios en las Nunciaturas Apostólicas de Zambia, Bélgica, Cuba, en la Delegación Apostólica de Jerusalén, y en la Secretaría de Estado del Vaticano. En 1994 fue nombrado Nuncio Apostólico en Jordania e Irán, en 2000, en Irlanda y en 2007 en Australia.
“Soy consciente de que se trata de un desafío importante. Pero es un desafío que acepto con alegría, porque creo que es importante continuar el trabajo que en estos ultimos años han desarrollado mis predecesores con gran compromiso, y generosidad”, y “me pondré tras los pasos de su trabajo y continuaré ofreciendo mi total contribución para el diálogo y la paz”, ha declarado Mons. Lazzarotto a Radio Vaticana.
El Prelado señaló también que pone todas sus esperanzas en que “permanezca la consciencia profunda de que sólo a través del diálogo, el caminar unidos, se pueden encontrar las soluciones más adecuadas para ir al encuentro de las aspiraciones de tantas personas y de la gran mayoría”.
“En Tierra Santa hay muchos hombres de buena voluntad que se esfuerzan cada día, paso a paso, para que este camino hacia la paz se abra finalmente a todos”, y este “es mi gran deseo, mi aspiración y mi esperanza”. Finalmente, Mons. Lazzarotto, ha exhortado a todos los habitantes de Tierra Santa a perseguir una misma aspiración, para “vivir juntos en la concordia y en la fraternidad para ser testimonios vivos del Señor resucitado”.