(Agencias/InfoCatólica) La semana anterior, el presidente Porfirio Lobo Sosa propuso una reforma legal para despenalizar los delitos de injuria, calumnia y difamación con el fin de que solo se atiendan y diriman por la vía civil, como medida para garantizar el ejercicio periodístico. El mandatario se comprometió a crear instancias policiales y judiciales para resolver casos de periodistas muertos en los últimos años.
Los planteamientos fueron expuestos por el Presidente en un foro sobre libertad de expresión que organizaron la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación de Medios de Comunicación.
“Con preocupación hemos escuchado un mensaje esta semana en que se quiere despenalizar delitos contra la fama de las personas; esto no es el camino adecuado”, expresó el cardenal Rodríguez ayer en su homilía dominical. Argumentó que estos delitos, como difamación, calumnia e injurias, permanecen impunes en la sociedad hondureña desde hace tiempo. “La Iglesia ha estado indefensa durante tres años, constantemente insultada, difamada y calumniada, y no encontramos justicia; entonces no es despenalizando delitos que se quedarán en la impunidad que vamos a lograr superarnos”.
El Cardenal agregó que la sociedad se superará volviendo a Dios, al respetar la dignidad de cada persona. De esta forma se encontrará un sentido de orientación moral en el país. “Por eso se debe pensar mucho y reflexionar. No es por el camino de la mentira, no es por el camino del insulto”.
Recordó una carta del papa beato Juan XXIII, en la que expuso: “Las columnas sobre las cuales se debe edificar el edificio del bien son: la libertad, la justicia, la verdad y el amor”. “En nuestro país podemos decir que estamos construyendo sobre arena, no sobre esos valores”, lamentó. Por lo antes expuesto, Rodríguez valoró la necesidad de vivir en paz, que se encuentra en la verdad, no en la mentira.
No es la palabra de Maquiavelo sino la palabra de Dios quien indica el buen camino
“Necesitamos vivir en paz y en reconciliación, pero la reconciliación no se hace con una fácil impunidad para delitos que están ahí y son patentes”. Por consiguiente subrayó que si se desea vivir en paz, se debe volver a Dios, que es la verdad, y desterrar la mentira.
“Aunque se llamen campañas políticas u otro tipo de artimañas”, dijo, al suponer que se buscan votos promoviendo la injusticia. Para alcanzar un fin no valen todos los medios. “No es Maquiavelo quien debe enseñar cuál es el camino de Honduras, sino la palabra de Dios”.
Recordó un Salmo que cita: “¿Quién entrará al monte del Señor? El que no calumnie con su lengua ni difama con la mentira. Esa es la luz que debemos seguir, es la palabra de Dios”. “No es con palabras vacías ni con demagogia, es con acciones concretas, especialmente con honestidad, respetando los bienes de los demás y del Estado”, indicó.
“Qué mal estamos, cómo estamos de desorientados moralmente. Podemos decir que Honduras es un país a la deriva, moralmente hablando. El país que da la espalda a Dios camina al abismo”, agregó. Por ello enfatizó en atender el mensaje bíblico de desterrar la aspereza, la ira, la indignación, los insultos, la calumnia y la difamación.
Polémica en torno a la despenalización
El Código Penal de Honduras incluye los delitos contra el honor que ordena que la calumnia o falsa imputación será penada con reclusión de dos (2) a tres (3) años. La propuesta de despenalizar estos delitos para ser dirimidos solamente por la vía civil, sin reclusión, ha traído la inquietud de varias organizaciones, incluida la Iglesia Católica.
En el foro sobre seguridad y libertad de expresión, promovido por la Sociedad Interamericana de Prensa, el fiscal adjunto Roy Urtecho no propuso la despenalización de estos delitos, como lo hizo el presidente Porfirio Lobo, sino solamente eliminar el Artículo 161, que dice: “Quien publicare o reprodujere, por cualquier medio, injurias o calumnias inferidas por otro, será penado como autor de las injurias o calumnias de que se trate”.
Esa reforma exime al medio de comunicación o al periodista que informe sobre una denuncia debidamente acreditada a una fuente, persona o institución, porque el responsable es el autor de la denuncia. La excepción es si la falsa imputación la está haciendo el medio de comunicación.
El Artículo 161 atenta contra la libertad de información, ya que causa la autocensura en los medios de comunicación, pues pueden ser penados hasta por reproducir informes oficiales que resulten ser calumniosos, o por atentar una conferencia de prensa.
El presidente del CPH (Colegio de Periodistas), Juan Ramón Mairena, recomendó analizar y debatir la propuesta de despenalizar los delitos de difamación, calumnia e injuria. Dijo que tiene claro que la libertad de expresión tiene sus límites, establecidos en la ley.
Sobre la propuesta de despenalización, dejó entrever que es buena porque desaparece el castigo con cárcel, pero queda expedita la sanción civil. “Esto debe ser objeto de un análisis bien profundo para que el ciudadano en general no sienta que se eliminarán estas figuras y que alguien le va a dañar su honra sin que haya un castigo”.
Agregó que el CPH debe ser el principal invitado a la discusión que se genere. Mairena aclaró que con esta propuesta no se trata de convertir al gremio periodístico en una clase privilegiada, ya que la medida anunciada por el presidente Porfirio Lobo Sosa sería de aplicación general.