(Agencias/InfoCatólica) En su informe anual sobre la libertad religiosa en el mundo en 2011, el Departamento de Estado dijo que la represión religiosa continúa en países “con Gobiernos autoritarios”, a los que calificó como “violadores crónicos y sistémicos” de la libertad de culto.
“En casi la mitad de los países (evaluados), los gobiernos no protegieron la libertad religiosa o no intervinieron en casos de abusos”, dijo durante una rueda de prensa Suzan Johnson Cook, embajadora para asuntos de libertad de culto en el Departamento de Estado.
Según el documento, China, Irán y Corea del Norte continúan en la categoría de países que causan “preocupación particular” para EE.UU., que además incluye a Arabia Saudí, Eritrea, Sudán y Uzbekistán.
El Departamento de Estado indicó que en el caso de China, durante 2011, “hubo un marcado deterioro” en torno al respeto y protección de la libertad religiosa en ese país. En la región autónoma del Tíbet y otras áreas tibetanas, se registraron restricciones a las prácticas religiosas, especialmente en los monasterios y conventos de monjas budistas.
“Al igual que las demás libertades, la libertad religiosa simplemente no existe en Corea del Norte”, afirmó por otra parte el documento.
Sobre Irán, el informe destacó el continuo encarcelamiento del pastor cristiano Youcef Nadarkhani, que afrontaba una posible ejecución “simplemente por practicar su fe”. El Gobierno iraní, además, continuó el encarcelamiento de siete líderes de la comunidad Baha’i.
Por otra parte, el informe denuncia una “creciente ola de antisemitismo” en el mundo, que se manifiesta a través de la negación del Holocausto, o una combinación de antisemitismo con la oposición a ciertas políticas del Estado israelí.
En Venezuela, el documento hizo mención a que “los medios oficiales publicaron numerosas declaraciones antisemitas”, mientras que en Egipto, el sentimiento antiisraelí era “extenso” e incluía “retórica antisemita y negación o glorificación del Holocausto”.
Respecto a Cuba, el documento destaca que “mejoró el respeto del Gobierno hacia la libertad de religión, aunque permanecen en pie restricciones significativas y el Partido Comunista... continuó ejerciendo control regulatorio sobre la mayoría de los aspectos de la vida religiosa”. “La mayoría de los grupos religiosos reportó una mayor habilidad para cultivar a nuevos miembros, realizar actividades religiosas, y realizar proyectos de servicio comunitario y de caridad”, además de que hubo menos restricciones para los viajes y la importación de materiales religiosos, dijo.
Sin embargo, el documento citó la represión de activistas pacifistas como las Damas de Blanco, a quienes se les impedía, de manera rutinaria, asistir a servicios religiosos, como fue el caso en las provincias de Holguín y Santiago. También recordó la represión de estas activistas el 8 de septiembre de 2011, cuando fueron arrestadas a la salida de una misa en Santiago.
El Departamento de Estado condenó que algunos países recurrieron al “amplio uso y abuso” de las leyes contra la blasfemia, apostasía y difamación para restringir la libertad de culto, en particular de las minorías.
En Pakistán, señaló el informe, las personas acusadas de blasfemia o que exigían reformas a las leyes contra la blasfemia, “fueron asesinadas”, incluyendo el ministro de Asuntos Minoritarios, Shahbaz Bhatti, el único cristiano en el Gabinete. Mientras, Asia Bibi sigue en prisión a la espera de que se decida la revocación de su sentencia de muerte en 2010.
Agregó que el Gobierno afgano, aunque permite la práctica de otros credos no musulmanes, no protegió a grupos religiosos minoritarios.
Críticas de China
La prensa oficial china respondió hoy a las acusaciones de Washington sobre represión religiosa en el país asiático, señalando que el informe publicado por el Departamento de Estado en ese sentido “está lleno de prejuicios, arrogancia e ignorancia, falto de imaginación y contraproducente”.
Un artículo publicado por la agencia oficial Xinhua atacó hoy el informe que Washington publicó ayer y que, como en años anteriores, coloca a China en la lista de países donde la represión religiosa es mayor. El informe, respondió Xinhua, “se basa principalmente en informaciones de los medios no confirmadas y alegaciones sin fundamento de grupos ilegales u organizaciones con motivos ocultos”.
La agencia estatal expresa dudas por el hecho de que en esta lista de países “represores” siempre figuren rivales políticos de EEUU, cuyo Gobierno, en su opinión “falta al respeto a otros imponiendo sus propios estándares en prácticas religiosas, sin importarle las diferencias históricas, culturales y económicas”.
El informe del Departamento de Estado Norteamericano denuncia en el caso de China un “marcado deterioro” en torno al respeto y protección a la libertad religiosa en ese país, con restricciones, por ejemplo, al budismo tibetano “especialmente en monasterios y conventos de monjas”.
En respuesta, la prensa oficial china asegura, en la línea de lo defendido habitualmente por su Gobierno, que China es un país donde “la libertad religiosa es protegida por la Constitución” y donde, si se ha perseguido o prohibido algún culto fue por su implicación en “actividades ilegales o separatistas”, o incluso terroristas.
Y en el caso de los monjes budistas tibetanos que se han inmolado en los dos últimos años (más de 40 según organizaciones pro-Tíbet en el exilio) son actos “políticamente motivados, ya que forman parte de la estrategia de la camarilla del Dalai Lama para internacionalizar la cuestión”.
Vietnam protesta
También el Gobierno de Vietnam criticó el último informe de Estados Unidos sobre libertad religiosa en el que Hanoi vuelve a aparecer entre los países que no respetan los derechos religiosos de sus ciudadanos, informó hoy la prensa local.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Luong Thanh Nghi, calificó de “incorrecciones” las afirmaciones del informe “2011 Informe sobre libertad religiosa internacional”, que reedita las denuncias de pasados años.
Según el Departamento de Estado norteamericanos, las autoridades vietnamitas respetan por lo general a las distintas confesiones, pero continúan persiguiendo a algunos de sus miembros. “Lamentablemente, aunque reconocen los logros de Vietnam en garantizar la libertad religiosa y de creencia, hay prejuicios basados en informaciones incorrectas en el informe del Departamento de Estado”, indicó Nghi.
Vietnam mantiene en prisión o bajo proceso judicial a varios miembros de la iglesia católica u otras no reconocidas por el Estado acusados de subversión y repartir propaganda. El Gobierno vietnamita insiste en que no persigue a nadie por sus creencias políticas o religiosas, sino a quienes vulneran la ley.