(InfoCatólica) En su homilía D. José Ignacio ha reflexionado sobre el lema ignaciano «Amar y servir»
«El amor, el auténtico amor, no es el romántico, sino que es el que se traduce de forma inmediata en ‘servicio’. Como San Ignacio gustaba decir: “El amor se manifiesta más en las obras que en las palabras”. ‘Amar y servir’ es un binomio inseparable: Servir sin amar, es servilismo. Amar sin servir, es mero romanticismo».
Ha achacado la situación de crisis que estamos viviendo a la pérdida de las raíces cristianas en Occidente y a priorizar el ‘tener’, por encima del ‘ser’. «Éste ha sido el motivo último por el que ahora nuestra sociedad se encuentra al borde de la quiebra. «Una sociedad que coloca el ‘tener’ por encima del ‘ser’, se encamina hacia un consumismo sin límites por las sendas de un despilfarro irracional…», ha dicho.
El Obispo ha criticado el papel que las instituciones políticas y económicas han tenido en el origen y la gestión de la crisis
«De una forma bastante generalizada, las administraciones han gastado el dinero que no tenían, endeudando a las instituciones públicas y comprometiendo el futuro de las generaciones venideras… Por su parte, los bancos, cajas de ahorros e instituciones financieras, sustentaron sus escandalosos beneficios anuales, sobre unos cimientos de una economía irreal, ficticia e insostenible. Los sueldos con los que fueron blindados los consejos de administración han sido inmorales, y siguen siéndolo…»
Pero ha extendido la responsabilidad de la situación que vivimos a todos: «Pero no se trata solamente de mirar hacia arriba, pensando que la situación presente es sólo responsabilidad de quienes han llevado las riendas de la economía. Es obvio que estamos ante un pecado del que todos hemos sido cómplices. También nosotros hemos comprado lo que no necesitábamos, pagando con un dinero que no teníamos, construyendo un modelo de sociedad contraria a los valores del Reino de Dios».
Una invitación al desprendimiento
Haciendo referencia a San Ignacio, ha invitado a los guipuzcoanos a que aplicar la máxima ‘en todo amar y servir’. En este sentido ha pedido a todos un esfuerzo:
«me atrevo a proponeros a todos los católicos, y a cuantas personas de buena voluntad confían en la gestión de Cáritas, un esfuerzo solidario especial con quienes más estén padeciendo, y previsiblemente vayan a padecer en los próximos meses las consecuencias de esta situación. Os dirijo una invitación especial a cuantos se sienten interpelados por esta situación, a desprendernos de una paga extraordinaria en favor de los más afectados por la crisis. Algunos no podrán asumir un esfuerzo tan grande, pero tal vez podrían sumarse a la campaña de Cáritas para donar un día al mes del sueldo. Otros quizás puedan hacer un donativo puntual».
El Obispo ha presidido la tradicional Eucaristía que, como todos los primeros de agosto, se ha celebrado esta mañana en la basílica de Loyola con motivo de la Solemnidad de San Ignacio y a la que han acudido personalidades y representantes de la vida social y política de Gipuzcoa. Junto con el Obispo, han concelebrado la ceremonia sacerdotes de la diócesis y miembros de la Compañía de Jesús.