(Agencias/InfoCatólica) «En todo caso, haremos un proyecto acorde a la doctrina del Tribunal Constitucional y de los convenios internacionales firmados por el reino de España, incluido el de Naciones Unidas para personas con discapacidad», ha asegurado Gallardón al ser preguntado sobre la polémica suscitada a raíz de las novedades de la reforma.
Concretamente, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad recoge en su artículo 10 sobre 'Derecho a la vida' que «los Estados Partes reafirman el derecho inherente a la vida de todos los seres humanos y adoptarán todas las medidas necesarias para garantizar el goce efectivo de ese derecho por las personas con discapacidad en igualdad de condiciones con las demás», según han recordado a Europa Press fuentes del Ministerio de Justicia.
Asimismo, en el artículo 25, sobre la salud, se establece que los Estados «exigirán» a los profesionales de la salud que presten a las personas con discapacidad «atención de la misma calidad que a las demás personas sobre la base de un consentimiento libre e informado, entre otras formas mediante la sensibilización respecto de los derechos humanos, la dignidad, la autonomía y las necesidades de las personas con discapacidad».
Entrevista en El Gato al Agua
El Ministro fue entrevistado por Antonio Jiménez, director y presentador del programa El Gato al Agua, del grupo Intereconomía. Sobre la reforma de la ley del aborto aseguró que es «de las cosas más importantes, si no la que más» a las que se enfrentará durante su etapa al frente de este Ministerio.
Tras confirmar que espera tener lista esta reforma «antes de que termine octubre», indicó que su intención es «intentar convocar» no sólo a quienes son partidarios de esta reforma sino «incluso a aquéllos que en estos momentos la están combatiendo». El objetivo, ha explicado, es convencerlos con una «explicación racional».
Preguntado por la repercusión de los recortes en Sanidad en la financiación pública en casos de aborto, recalcó que la Seguridad Social «no puede alejarse de los mismos porque son de carácter irremediable», refiriéndose a supuestos extremos, de «conflicto durante el parto» entre la vida de la madre y la de su hijo.
Adelantó que no podía decir que no los abortos que tuvieran que realizarse no siguieran siendo financiados con los impuestos de los ciudadanos. En cualquier caso, incidió en que se trata de «problemas de tal dramatismo» que el proyecto no estaría condicionado «por temas de financiación» que, en todo caso, ha señalado, corresponderían al Ministerio de Sanidad.
Es una tragedia
El ministro ha defendido que «el aborto no es un derecho de la mujer, es una tragedia, tanto para la madre como para el concebido» y, en la misma línea, ha dejado claro que «defender la vida es lo más progresista que se pueda hacer, ya que sin vida no hay ser humano».
«El aborto no es un método anticonceptivo», reiteró el ministro, quien insistió en la importancia de promover «una educación sexual destinada a saber lo que está en juego» cuando se tienen relaciones «de las cuales puede resultar concebido un ser humano que es distinto de la mujer».