(Libertad Digital) La medida choca curiosamente con la de Pekín 2008, cuando las autoridades chinas permitieron que todos aquellos que lo desearan pudieran disponer de Biblias, Nuevos Testamentos, etc.
El COI, como siempre, se ha excusado en que pretende aislar el deporte de cualquier conflicto religioso o político, exactamente el mismo motivo por el que no quiso llevar a cabo ningún homenaje a los atletas israelíes asesinados en Munich hace ahora 40 años.