(Efe) Carlos Payá ha explicado que el primer accidente ocurrió el 2 de junio en La Habana cuando la furgoneta en la que viajaba su hermano volcó después de que un coche le diera un fuerte golpe en la parte trasera. Oswaldo salió ileso y sólo sufrió algunas contusiones que no eran de gravedad.
El promotor del Proyecto Varela «no quiso informar de nada de lo ocurrido por prudencia», pero su hermano recuerda que Oswaldo «recibía constantes amenazas de muerte, además era acosado, perseguido y hasta vigilado con cámaras frente a su casa, estaba como en una prisión en vida».
Carlos Payá, representante en España del Movimiento Cristiano de Liberación que fundó su hermano, ha dejado claro que no maneja «los elementos suficientes» para afirmar categóricamente que la muerte de Oswaldo fue un asesinato, como denuncian algunos disidentes, pero señala que lo ocurrido «nos hace pensar que existía el caldo de cultivo para que todo esto (su muerte) sucediera».
EL MCL continuará su lucha pacífica
Por su parte, Ofelia Acevedo, la esposa del Payá, ha explicado que el Movimiento Cristiano Liberación (MCL), que lideraba su marido, «continuará la lucha pacífica» en la isla en favor de los derechos de los cubanos.
«Estamos pasando por momentos de mucho dolor, pero el MCL continuará su lucha pacífica hasta que todos los cubanos conquistemos los derechos a los que tenemos derecho. A ese ideal mi esposo dedicó su vida hasta entregarla», dijo Acevedo, también integrante de la directiva del MCL, en una declaración.
Premio Sajárov
Oswaldo Payá murió el domingo en un accidente de tráfico ocurrido en la ciudad oriental de Bayamo, situada a unos 750 kilómetros al este de La Habana.
Fundador y coordinador nacional del MCL, premio Sajárov a los Derechos Humanos del Parlamento Europeo en 2002, era una de las figuras más notables de la oposición interna de Cuba y se destacó por una larga trayectoria de activismo pacífico en pro de la democracia en la isla.
Las honras fúnebres del opositor, laico católico, están previstas para hoy en la parroquia a la que habitualmente acudía en la popular barriada habanera de «El Cerro», donde residía, según dijo una fuente familiar.
La repentina muerte de Payá, de 60 años, ha suscitado gran consternación tanto en la disidencia interna como en organizaciones internacionales políticas y de derechos humanos.
En el accidente murió también el ciudadano cubano Harold Cepero y resultaron heridos el español Ángel Carromero, un dirigente local de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid, y el sueco Jens Aron Modig.
Otra de las reacciones que se conocieron a primera hora fue la de la dirección de la revista católica «Espacio Laical» que elogió a Payá como «una persona honesta, un ejemplar padre de familia, un católico íntegro, un buen cubano y un político que invariablemente actuó de acuerdo a su conciencia y supo conservar su autonomía».
Los medios oficiales de la isla como el sitio web «Cubadebate», el periódico «Granma», órgano del Partido Comunista, y la Agencia de Información Nacional (AIN), todos controlados por el Gobierno, han publicado una inusual nota sobre el siniestro que, según la versión oficial, ocurrió cuando el vehículo perdió el control e impactó contra un árbol.