(Agencias/InfoCatólica) Según informa hoy el diario «South China Morning Post», Ma, de 44 años, no ha sido visto en público desde el pasado 7 de julio, el día que ofició la misa, si bien el rotativo, que cita al medio católico Ucanews.com, indica que se encuentra en Shenshan, cerca de Shanghái.
Ma Daqin tiene libertad de movimientos pero las autoridades le han prohibido regresar a su trabajo, añade el rotativo.
Al parecer, las autoridades que asistieron el sábado a la iglesia donde ofició la misa Ma salieron «muy enfadadas» por la intención expresa del obispo de dejar sus cargos en la citada Iglesia patriótica china, en la que ocupaba el puesto de vicepresidente de la rama de Shanghái.
Ante unas 1.200 personas, miembros del Gobierno chino y especialmente ante el vicepresidente de la Asociación Patriótica de los católicos chinos (CCPA) de Shangai que asistían a la ordenación del nuevo obispo, Mons. Thaddeus Ma Daqin aseguró que no sostendrá ninguna de las posturas que la Asociación Patriótica de católicos chinos proponga.
«Tras la ordenación de hoy, dedicaré cada esfuerzo al ministerio episcopal. No es conveniente que sirva más a la CCPA», dijo el obispo Ma. Sorpresa y desconcierto que terminaron con un gran aplauso.
El suceso tiene sus raíces en la permanente disputa entre el Vaticano y Pekín, ya que el régimen comunista no reconoce la autoridad del Papa sobre la Iglesia Católica en China, a la que pretende obligar a depender del Partido Comunista.
Según el Vaticano, en China hay entre 8 y 12 millones de católicos, divididos entre los pertenecientes a la Iglesia Patriótica, controlada por el Gobierno comunista, y la clandestina, fiel al Vaticano y en ocasiones perseguida por el régimen.
Uno de los puntos que enfrenta al Vaticano con Pekín es el nombramiento de obispos, pues la Santa Sede reclama que sólo pueden ser designados o aprobados por el Papa, mientras que la Iglesia Patriótica los ordena sin el visto bueno papal.
En el caso de Mons. Ma Daqin, no obstante, el Vaticano y Pekín llegaron a un acuerdo para su nombramiento, una fórmula que se ha usado con frecuencia en los últimos años de acercamiento entre el papa y China.
Ma es el primer obispo de la China continental que anuncia que va a dejar su puesto en la citada asociación.
Los sacerdotes y las monjas de la diócesis de Shanghái afirmaron haber recibido un mensaje de Ma anoche en el que el obispo señalaba que se sentía «mental y físicamente exhausto», y que necesitaba «un descanso y un retiro personal».
Algunos de ellos manifestaron su preocupación por la seguridad de Ma: «rezaré por él», señaló uno de ellos a Ucanews.com.