(InfoCatólica) «Para nosotros», dicen los presos, «la experiencia vivida durante estos días ha supuesto una superación a nivel personal y una cura de humildad. A pesar de que la tarea era ardua, la afrontamos con mucha ilusión. Ciertamente, ha merecido la pena estar allí con los enfermos; nos hemos sentido útiles al poder ayudar de forma desinteresada al prójimo».
Los internos de Martutene aseguran que «han sido unas jornadas de felicidad, de amor y de paz, de oración y recogimiento. Los enfermos nos transmitían fortaleza, amor, fuerza espiritual y entereza ante las adversidades de la vida, pero sobre todo, esperanza y fe».
Y añaden: «Con su mirada, con una leve sonrisa o con un suave susurro, los enfermos expresaban un sentimiento de agradecimiento, de modo que una sensación de paz espiritual se apoderaba de nosotros».
Los presos mantuvieron un encuentro que con Monseñor Munilla, Obispo de San Sebastián en el que hablaron de muchos temas, sobre todo de nuestra situación penitenciaria: «D. José Ignacio nos animó a luchar para no caer en el abatimiento y la tristeza».
Por último, los peregirnos quieren dar testimonio de que «nuestra estancia en Lourdes ha supuesto un cambio de actitud en nuestras vidas y una invitación a la oración y a la fe en Cristo».
Y finalizan su carta dando las gracias a la Dirección del Centro Penitenciario de Martutene, al Obispado y a la Pastoral Penitenciaria de la diócesis por la oportunidad que nos han dado y por la confianza que han depositado en nosotros.