(InfoCatólica) Mons. Sanz Montes asegura en la carta, titulada «Santa Bárbara bendita, con diálogo y sin barricadas», que «detrás de un conflicto laboral serio, hay siempre un drama que genera dolor en personas concretas, en sus familias». El prelado muesta su «cercanía al colectivo de los mineros y sus familias», así como su «comprensión ante la difícil situación que tienen que lidiar los gobernantes».
«La amenaza de un imparable recorte en el sector», añade el arzobispo, «el hecho de haber comenzado una maldita cuenta atrás, la pérdida del trabajo a corto y medio plazo, la desaparición de la minería como cauce del desarrollo económico para zonas amplias de nuestra geografía, hace que nos tomemos en serio el sufrimiento real de estas personas y de sus familias, y que nos sintamos realmente cercanos con todo nuestro afecto humano y cristiano».
El prelado explica que «no me corresponde a mi como arzobispo, ni a la Iglesia en Asturias, entrar en las cuestiones de índole política donde habría tanto que decir detrás de cada una de las siglas de los Partidos, porque todas ellos han tenido y tienen una responsabilidad».
El arzobispo pide «en nombre de la cordura sensata, en nombre de la dignidad de personas y familias, en nombre de cuanto defendemos desde el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia, que cese la violencia que coacciona la libertad, llegando incluso a peligrar la integridad física de gente inocente».
E igualmente reclama «que se abra un cauce de diálogo maduro y responsable entre las partes. Lo que estamos viendo y lamentando ni es el momento ni son las maneras para ayudar a sacar al país de la crisis económica y moral que estamos todos sufriendo».