(Efe) La Virgen va ataviada con el manto de 'Los apóstoles' y adornada con grandes flores de varios colores que le otorgan una belleza especial, la que irá mostrando durante horas por distintos rincones de la aldea para visitar a los hermanos de sus 110 filiales en un paso totalmente reformado tras la rotura el año pasado de uno de sus varales -palo que une la base con el techo- que motivó la suspensión de la procesión unas cinco horas antes de lo habitual y dejó a muchos romeros sin poder disfrutar de ella en la calle.
La salida de este año se ha producido unos 40 minutos más tarde que el año pasado, a las 02:50, si bien los momentos previos han estado marcados por una tranquilidad inusual en años anteriores, sin que se haya visto el nerviosismo de otras ocasiones por llegar hasta la Virgen y con una mayor organización, que ha permitido incluso, abrir un pasillo para que el Simpecado de la Hermandad Matriz alcanzara el altar y se posicionara frente a la imagen, una estampa que no se veía desde hacía décadas.
Ha sido en ese momento cuando se ha procedido a la apertura de la reja y decenas de almonteños han accedido al paso de la Virgen del Rocío, donde se encuentra desde que hace una semana la bajaron del lugar que ocupa en el retablo del Santuario, y la han bajado de su presbiterio hasta la planta central de la ermita entre vítores y palmas.
Algo que debido a esa organización se ha podido hacer en esta ocasión como antaño, a hombros de los almonteños, sin necesidad de hacer uso de ruedas. La Virgen ha alcanzado el pórtico del Santurario unos cinco minutos después del salto y poco más tarde ha abandonado su ermita rumbo hacia la explanada de la marisma, desde donde comienza un recorrido que se prolongará aproximadamente hasta el mediodía, y durante el que se encontrará con las 110 hermandades filiales, cuyos miembros le rinden su particular homenaje y le rezan la salve.
Un paseo que romeros y visitantes esperaban este año con más ilusión y ganas si cabe que cualquier otro después de la suspensión del pasado año. Una vez que finalice la procesión serán muchas las personas que comiencen a abandonar la aldea del Rocío poniendo con ello punto y final a una romería que se ha desarrollado con total normalidad. Serán alrededor de 50 las hermandades que inicien el camino de vuelta por las sendas de las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla hasta llegar a sus respectivos municipios.