(InfoCatólica) Mariano Bailly-Baillière asegura que “la nueva propuesta no aporta otra novedad que un maquillaje de los contenidos más controvertidos, pero los pilares que permiten el adoctrinamiento no se han tocado. Ya advertimos hace tiempo que no se trataba de cambiar el sesgo ideológico de sus contenidos, sino de evitar radicalmente la intromisión del Estado en un ámbito propio de la sociedad civil: el derecho y deber de los padres a educar a sus hijos en los ámbitos ideológico y moral”.
El portavoz de Objetores.org advierte que “los contenidos no son el problema principal. Los objetivos y criterios de evaluación de la asignatura siguen estableciendo la necesidad de que los alumnos asuman y se comporten de acuerdo a los principios propuestos en la asignatura”.
Por su parte, desde Madrid Educa en Libertad se recuerda que han pasado cuatro meses desde que se anunció la sustitución de la conflictiva asignatura y parece que los cambios se basarán en los mismos cimientos:“La construcción de la conciencia moral del alumno de acuerdo con una particular visión de la vida”.
“Además, desde nuestra posición de padres objetores, las modificaciones anunciadas son mínimas, manteniendo el mismo esquema de objetivos y criterios para evaluar. No sabemos si son los máximos cambios que se pueden hacer antes de modificar la ley de Educación” dice la portavoz de Madrid Educa en Libertad.
Debe ser sustituida
Para Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética, “es importante que el Gobierno haya aceptado que EpC es una asignatura adoctrinadora que tiene que ser sustituida pero todo apunta a que la reforma es claramente insuficiente. Evidentemente, es positivo que se eliminen términos que han suscitado polémica pero ese no es el problema”.
“El problema de EpC”, aclara Urcelay, “no son unos términos aislados o la educación afectivo-emocional o de género sino su enfoque: está asignatura se propone formar la conciencia moral de los alumnos de acuerdo con la visión del Gobierno de turno, antes el del PSOE y ahora el PP. Lamentablemente, el Gobierno no ha cambiado ese enfoque sino que se ha limitado a hacer unos mínimos recortes, con lo cual la asignatura seguirá provocando problemas porque confirma que el Estado le dice a nuestros hijos cómo deben pensar y cómo debe actuar en todos los ámbitos de la vida”.
La solución, a juicio de Profesionales por la Ética, no es cambiar una moral por otra sino limitarse a impartir Constitución, legislación vigente, tratados internacionales o funcionamiento de las instituciones democráticas.
“Lo deseable”, concluye Urcelay, “es suprimir EpC e introducir el conocimiento de las leyes y las instituciones en Ciencias Sociales como de hecho ya se viene haciendo. El Gobierno del PP no puede perder esta oportunidad; será la manera de desterrar de una vez la controversia creada por esta materia escolar en las aulas”.