(Efe) La misa fue concelebrada por el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini; los obispos de la diócesis de Roma, los superiores de los seminarios donde se han preparado y los responsables de las parroquias de las que proceden.
El Papa evocó el Evangelio y la parábola del Buen Pastor, que es aquel que "da la vida por las ovejas. Jesús insiste en esta característica esencial del verdadero pastor: la de dar la propia vida", agregó el Pontífice, que subrayó "la figura bíblica del rey-pastor, que comprende principalmente la labor de conducir el pueblo de Dios, de mantenerlo unido y guiarlo".
Benedicto XVI destacó, además, que para el sacerdote "celebrar misa cada día no significa llevar a cabo una función ritual, sino cumplir una misión que implica profundamente la existencia, en comunión con Cristo que, en su Iglesia, continúa llevando a cabo el Sacrificio redentor".
"Esta dimensión eucarística y de sacrificio es inseparable de la pastoral y constituye el núcleo de verdad y fuerza salvadora, de la que depende cada actividad. No se habla de la eficacia solo en el plano psicológico o social, sino de la fecundidad vital de la presencia de Dios a nivel humano profundo", añadió el papa.
Los sacerdotes ordenados
Entre los sacerdotes ordenados hoy por el papa Ratzinger figuraba Alfredo Tedesco, licenciado en química y que, según explicó, tenía novia, pero a los 22 años sintió la vocación y entró en el seminario Mayor de Roma. Otro de los sacerdotes es el romano Marco Santarelli, de 30 años, un piloto de aviones privados que aspiraba a llevar, según declaró, un Boeing 747 y que descubrió la llamada de Dios durante la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en 2002 en Toronto (Canadá) al escuchar las palabras de Juan Pablo II, que invitaba a los jóvenes a no tener miedo de seguir a Jesús.
El colombiano es Jorge Alexander Suárez Barbarán, de 31 años y formado en el colegio diocesano romano Redemptoris Mater. El vietnamita es José Vu Van Hieu, de la diócesis de Bui Chu, que se ha formado en el seminario Collegio Capránica de la capital italiana, y el marfileño es Jean Florent Agbo, que también ha estudiado en el Redemptoris Mater. Los otros seis son italianos y entre ellos se encuentra Piero Gallo, de 42 años, exmagistrado y exabogado del Estado.
A lo largo de sus siete años de Pontificado, Benedicto XVI ha ordenado ya a más de medio centenar de sacerdotes de su diócesis.