(VI/InfoCatólica) La actitud de Blair es un desafío abierto al Papa y a los católicos, que se han opuesto con vehemencia a la propuesta del primer ministro conservador, David Cameron. La propuesta tampoco les gusta a algunos miembros destacados de la Iglesia de Inglaterra, que, a pesar de que tienen a muchos de sus párrocos y deanes a favor del cambio, se mantienen firmemente en contra.
Precisamente ayer, a todos los católicos de Inglaterra y Gales se les leyó en sus iglesias la carta de dos arzobispos en la que explican que la nueva ley pondría en peligro a la institución del matrimonio y la familia. La carta recuerda a los católicos que “tienen el deber de hacer todo lo posible para garantizar que el verdadero significado del matrimonio no se pierde para las futuras generaciones”.
Pero, a pesar de esto, según lo que revela hoy The Independent on Sunday, Blair habría dicho a sus amigos que “apoyen con decisión la propuesta del primer ministro”.
Blair, responsable de la introducción de las leyes de unión civil para los homosexuales y de haber bajado la edad del consenso para una relación homosexual a 16 años, hasta ahora se había mantenido al margen del debate sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
A pesar de la oposición de los eclesiásticos, Cameron, e incluso algunos de sus ministros más conservadores, se mantuvieron a favor de la legalización. Lynne Featherstone, la subsecretaria que lanzará la consulta popular sobre el tema, este mes declaró que el matrimonio es una cuestión “de las personas” y no de la Iglesia.
Dentro del Partido Conservador hay mucha oposición al proyecto, y una encuesta publicada ayer por "The Sunday Telegraph" indica que más de la mitad de los votantes "tories" encuestados se opone también, frente a un 35 % que lo apoya. Del total de la población, un 45 % de los encuestados aprueba el matrimonio gay, frente a un 36 % que se opone, según el sondeo realizado por ICM para el periódico conservador.
¿Católicos?
No es la primera vez que el matrimonio formado por Tony Blair y su mujer Chaire se han manifestado públicamente en contra de las enseñanzas de la Iglesia Católica. Ella afirmó en un programa de televisión que la Iglesia es “sexista” y “margina a las mujeres”, porque no reconoce su “derecho” a usar anticonceptivos, además de ser una colaboradora activa con organizaciones pro-abortistas.