(Efe/InfoCatólica) La enmienda de Blunt buscaba permitir que empleadores y aseguradoras pudiesen negarse a ofrecer cobertura de anticonceptivos con base en sus “convicciones morales”. Los republicanos alegaron a favor de la enmienda que se trataba de una cuestión de libertad religiosa, mientras que los demócratas consideraron que era un asalto a los derechos de las mujeres y podría ser utilizado para cancelar prácticamente cualquier parte de la ley.
La norma, incluida dentro de la también polémica reforma al sistema sanitario impulsada por Obama, entrará en vigor en 2013 y obliga a hospitales, colegios y entidades sociales a ofrecer un plan de salud a sus empleados que contemple la planificación familiar y, en concreto, métodos anticonceptivos.
La nueva ley causó gran polémica entre los sectores católicos, ya que una primera versión incluía que sus instituciones se vieran obligadas a ofrecer métodos anticonceptivos a sus empleadas. A raíz de la polémica, Obama modificó el texto, de manera que esas instituciones católicas podrán alegar “objeciones religiosas” para no ofrecer anticonceptivos a sus empleadas, pero en ese caso la obligación recaerá sobre las compañías aseguradoras.
La enmienda protege la libertad religiosa y de conciencia
Bajo la enmienda Blunt, no solo las organizaciones afiliadas a la Iglesia, tales como los hospitales católicos, universidades, escuelas e instituciones de beneficencia, tendrían la libertad de no ofrecer la cobertura, sino que cualquier empleador con cualquier tipo de objeción moral tampoco tendría que hacerlo.
El senador republicano por Florida Marco Rubio explicó hoy en una entrevista con Efe que la enmienda Blunt “no se relaciona con anticonceptivos”, sino con “derechos constitucionales que siempre están vigentes, siempre son un tema de importancia”. Según Rubio, el Gobierno no debe obligar a ningún grupo a ofrecer cobertura médica de algo que consideran inmoral.
“Esta enmienda lo único que dice es que a nadie se le puede obligar a tener que violar su conciencia para cumplir con la ley de salud de Obama (...) Creo que a nadie se le debe pedir que abandone sus derechos constitucionales”, insistió Rubio.