(El Confidencial Digital/InfoCatólica) En la puerta, como si se tratase de cualquier local de la noche madrileña, había gente fumando. Dentro había bancos apilados a un lado y al otro una especie de photocall donde los asistentes podían fotografiarse. En la zona del altar había colgadas una serie de pancartas.
Para que no faltase detalle, el crucifijo habitual de la parroquia de San Carlos Borromeo también fue disfrazado con un pañuelo al cuello donde podía leerse «+ karnaval -recortes». Además, muchos de los asistentes iban disfrazados de manera irreverente, había curas, monjas y hasta obispos.
La fiesta carnavalera fue anunciada en la propia web del centro pastoral. Y no es la primera vez que ocurre. El año pasado ya se celebró la fiesta pagana en el mismo templo católico.