(InfoCatólica) Rubalcaba asegurado a los delegados del congreso del PSOE que "si retrocedemos y si cada vez que la derecha llega al poder reconsidera todas aquellas leyes que hemos hecho entre todos, para aumentar los derechos civiles, y trata de poner dogmas que no son del conjunto de los ciudadanos sino de algunos, el PSOE se replanteará seriamente la revisión de los acuerdo con la Santa Sede, ¡seriamente, seriamente!".
Además ha alertado que "esto es muy serio" y ha insistido: "si retrocedemos en todo, si quieren sistemáticamente romper todos los consensos, si quieren volver atrás 30 años, nosotros aceptaremos el reto, volveremos también a hace 30 años y nos replantearemos nuestras posiciones, que han sido sensatas en pos de la convivencia y cohesión social".
Quien fue vicepresidente y ministro de Interior en el gobierno de Rodríguez Zapatero ha asegurado que el PP tenía prisa para "imponer la justicia de pago, mucha prisa para quitar la educación para la ciudadanía, y dicen que es para dejar de adoctrinar y yo digo que es para volver a adoctrinar, para eso la han quitado. Tenían mucha prisa en llegar para laminar también el derecho de las mujeres a decidir libremente sobre su maternidad, ¡mucha prisa!, y en 30 días han sido capaces de retroceder 30 años",
Por su parte, Carme Chacón, que ha perdido la votación por tan solo 22 votos de diferencia (487-465), asumió el discurso de su rival para lograr el liderazgo del principal partido de la opsición asegurando que "no es porque nos hagan retroceder 30 años, sino que es que llevamos 30 años aguantando demasiado, ¡30 años aguantando demasiado, con todas sus consecuencias!". La socialista ha dicho "alto y claro", que quiere una España laica, "una sociedad libre de tutelas convencionales, con una separación clara entre la esfera pública y las creencias privadas. Un país en donde todas las religiones sean tratadas con respeto, pero ninguna con privilegio, un país donde ningún poder no democrático imponga su moral y su doctrina, ¡un país laico, compañeros, laico!".
Sin embargo, la Constitución española no indica que España sea un país laico sino aconfesional. Y dictamina que los poderes públicos deberán tener en cuenta las creencias de los españoles. El artículo 16.3 reza así:
Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.