(EP) El director general de la OIM, William Lacy Swing, ha afirmado que la organización “sigue estando comprometida con Haití y el pueblo haitiano” y lo estará “durante mucho tiempo”. Actualmente hay 515.819 residentes en los 707 emplazamientos presentes en las zonas afectadas por el seísmo. Con ayuda de la comunidad internacional, muchos de ellos han encontrado viviendas mejores», ha destacado la OIM en un comunicado.
También se han distribuido más de un millón de lonas de plástico y se han puesto en marcha distintas iniciativas, como el “proyecto 16/6”, impulsado por el Gobierno haitiano, para conceder ayudas al alquiler a las personas que abandonan los campamentos y realizar obras públicas para rehabilitar vecindarios devastados.
Recuperación económica
Por otro lado, la Organización Mundial para las Migraciones (OIM) está ofreciendo formación y empleo a los haitianos para impulsar la recuperación del país dos años después del terremoto, que tuvo una magnitud de siete grados y causó la muerte de más de 300.000 personas.
Antes del 12 de enero de 2010, Haití era ya uno de los países más pobres del mundo: cerca de un 75 por ciento de sus habitantes vivía con menos de dos dólares al día y un 47 por ciento carecía de acceso a la asistencia sanitaria.
Según la OIM, la catástrofe “puso de relieve decenios de inestabilidad política crónica y la falta de oportunidades económicas que habían sumido a muchos haitianos en una pobreza absoluta” y, aunque “se han dado pasos importantes” para hacia la recuperación, siguen existiendo problemas “estructurales”, en especial en el ámbito del desarrollo económico.
“Gran parte de nuestro trabajo se centra en la indispensable tarea de conseguir la recuperación de las empresas nacionales, sobre todo de los negocios pequeños y unipersonales”, ha explicado el jefe de la misión de la OIM en Haití, Luca Dall'Oglio. “Tanto si contratamos albañiles para construir viviendas seguras como empresas de ingeniería para reconstruir las infraestructuras, estamos sentando las bases de una economía dinámica en la que los puestos de trabajo sustituirán a la ayuda humanitaria”, ha indicado.
Menos personas sin hogar
Una parte importante de la labor de la OIM se basa en proteger a las personas sin hogar, obligadas a permanecer en campamentos, y en ofrecerles ayuda para que consigan viviendas duraderas. A medida que los haitianos abandonan dichas instalaciones, se encuentran en una situación mejor para adquirir nuevas competencias y conseguir empleos mientras se lleva a cabo la reconstrucción de las comunidades.
Place Boyer y Place Saint Pierre, dos de los principales campamentos de la capital, Puerto Príncipe, cerraron sus puertas recientemente con ayuda de la OIM y en el marco del “proyecto 16/6”. Por otra parte, la OIM, en colaboración con las autoridades haitianas, finalizó recientemente un proyecto de alojamiento en zonas urbanas de la ciudad meridional de Les Cayes. Los propietarios abonan mensualmente pequeñas cuotas hipotecarias.