(Efe/InfoCatólica) Maruja Vilches, de 70 años y hasta ahora teniente de hermano mayor de la cofradía, ha restado importancia a ser la primera mujer en ocupar el máximo cargo de una de las sesenta cofradías de penitencia de Sevilla, muchas de las cuales tienen más de cinco siglos de antigüedad, lo que ha atribuido a que “la sociedad, igual que la Iglesia, se va abriendo” y permite que las mujeres ocupen cargos hasta ahora “vetados” para ellas.
“Todo avance de la mujer en la sociedad abre las puertas a las que vienen detrás”, ha asegurado Vilches, quien es también la principal impulsora del proyecto Fratérnitas, una obra social que lleva a cabo el Consejo con los niños más desfavorecidos del Polígono Sur de Sevilla, ha animado a las mujeres a que se presenten para los cargos directivos de las cofradías porque en todas ya es posible hacerlo legalmente, lo que antes no ocurría.
Maruja Vilches ha rechazado que sea una mujer “rompedora” a pesar de que fue, junto a otras cuatro hermanas de los Javieres, la primera mujer que vistió en Sevilla el hábito nazareno en la Semana Santa de 1985. También fue la primera en pronunciar el pregón de las Glorias de María del Consejo de Cofradías, institución en la que ejerce desde hace más de tres años como consejera.