(Fides) Parichha trabajó en el famoso distrito de Kandhamal, escenario de masacres contra los cristianos del año 2008 y parte de la diócesis de Cuttack-Bhubaneswar, pero fue asesinado mientras se encontraba en Bhanjanagar, en la diócesis vecina de Berhampur, siempre en Orissa. “Yo conocía personalmente a Parichha –dijo a Fides el arzobispo– fue uno de mis estudiantes. Era un punto de referencia para muchos pueblos en el distrito de Kandhamal. Los fieles le echamos de menos. Era un líder comprometido con la comunidad civil y fue elegido como el Sarpanch (jefe del Consejo de un grupo de pueblos indígenas): el trabajo pastoral y social eran su misión, y lo realizaba con pasión”.
La policía ha iniciado las investigaciones del asesinato, que ocurrió entre la tarde de ayer y la madrugada de hoy. Tal y como Fides ha podido saber de fuentes locales, el cuerpo de Parichha fue encontrado en el campus de la universidad Kabi Samrat Upendra Bhanja, en el distrito de Ganjam. Anoche, al activista le llamó por teléfono un vecino y desde ese momento no regresó a casa. Su esposa e hijos le buscaron y llamaron a la policía, que encontró el cadáver esta mañana. El cuerpo de Parichha estaba degollado y tenía heridas de arma blanca en las manos y el estómago. Más de 200 ciudadanos de Bhaliapada, de donde era originario, se han desplazado a Bhanjanagar para recoger su cuerpo.
Parichha, ex catequista itinerante en la parroquia de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en Mondasoro (el distrito de Kandhamal), trabajaba desde hacía tres años en el Centro de Ayuda Legal de Orissa, con el apoyo de las iglesias cristianas en Kandhamal. Como informa a Fides Prasan Kumar Bishoy un compañero de Parichha de la OLAC, “estaba muy comprometido como abogado y activista de los derechos humanos: la causa del asesinato podría estar relacionado con su trabajo. No excluimos la posibilidad de que los responsables sean radicales hindúes”. Según fuentes locales, es el tercer líder cristiano del año asesinado en Orissa.
El Arzobispo Barwa dice a Fides: “La violencia es siempre un acto injustificable. La vida es de Dios y ningún hombre tiene derecho a quitarla. No sabemos los motivos ni quienes son los autores del asesinato: queremos descubrir la verdad y pedimos el compromiso de las autoridades”. A pesar de estos episodios de dolor, en el mensaje de Navidad que el arzobispo enviará en estos días a la población de la diócesis –explica a Fides monseñor Barwa– tiene como objetivo “animar a los fieles a mirar la vida con ojos de esperanza”, porque “la Navidad es la fiesta del regalo de Dios para la humanidad”.