(Efe) Al explicar este concepto, el papa Joseph Ratzinger dijo que “la acogida y la transmisión del amor divino se realiza en la dedicación recíproca de los cónyuges, en la procreación generosa y responsable y en el cuidado y educación de los hijos, en el trabajo y en las relaciones sociales, en la atención a los necesitados y en la participación en las actividades eclesiales”.
El Pontífice exhortó a los matrimonios cristianos a “evangelizar tanto con su testimonio de vida como con la participación en las actividades pastorales”. Para el Papa, la familia es “riqueza de los esposos, bien insustituible, fundamento indispensable de la sociedad y comunidad vital para el camino de la Iglesia”, así como “lugar privilegiado de la educación humana y cristiana y por ello, la mejor aliada del ministerio sacerdotal”.
Benedicto XVI agregó que los ámbitos donde se hace particularmente urgente el protagonismo de la familia cristiana es “en la educación al amor de los niños, adolescentes y jóvenes, un amor entendido como don de si mismos y comunión”, así como “en la preparación de los novios a la vida matrimonial”.
En su mensaje, el Santo Padre recordó que se está preparando el VII Encuentro Mundial de las Familias, que se celebrará en Milán del 30 de mayo al 3 de junio del año que viene, y que deseó que sea “un evento fructuoso y que comprometa concretamente a las comunidades cristianas en todo el mundo”