(AFP) El futuro padre entra en la sala y conoce la noticia. No oculta su furia y habla de expulsar a su mujer y a sus hijas del hogar.
Muchos médicos albaneses reconocen haber sido testigos de incidentes como éste, que reflejan esquemas tradicionales aún muy anclados en ciertas mentalidades del país.
Los medios de comunicación han denunciado muchas veces los abortos selectivos que se siguen llevando a cabo en algunos países, como China. Sin embargo, la práctica no parece ser exclusiva de Asia, sino que también existe en países del Cáucaso, como Armenia, Georgia, Azerbaiyán y en Albania.
La popularización de las ecografías, que permiten conocer el sexo del bebé antes de su nacimiento, han incrementado el fenómeno.
"Las familias albanesas, tradicionalmente, prefieren los hombres a las mujeres por dos razones principales: la perpetuación del nombre familiar y la idea de que los hombres, ya de adultos, serán el sostén de la familia", señalaba en 2005 un informe realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
"A veces, tener una niña se percibe como una carga pesada", especialmente en ciertas regiones rurales, confirma la antropóloga Aferdita Onuzi. La Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa ya mostró su preocupación el mes pasado por las grandes diferencias entre los nacimientos de varones y féminas en el país.
La ratio habitual de nacimientos es, de media, de 105 niños y 100 niñas. Pero en Albania, se sitúa actualmente en 112 chicos por cada 100 chicas, según ha denunciado la parlamentaria suiza Doris Stump en un informe publicado en octubre. No obstante, estas cifras contrastan con las que han aportado las autoridades albanesas, que hablan de una tasa de 100 féminas por cada 101 varones.
Normativa legal
El aborto, legalizado en Albania en vísperas de la caída del régimen comunista -al inicio de los años 90-, está autorizado hasta la duodécima semana de embarazo. Desde 2002, una normativa especifica que la selección prenatal en función del sexo está prohibida, aunque no está prevista ninguna sanción para quienes infrinjan la ley.
En los hospitales, "todo está estrictamente controlado", asegura el ministro albanés de Sanidad, Petrit Vasili. La máxima autoridad sanitaria señala, además, que la preferencia por los niños se manifiesta sobre todo en las regiones rurales, aunque matiza que esto "no tienen ninguna influencia en la demografía albanesa".
"Algunos abortos se practican en clínicas privadas o incluso en domicilios particulares que no disponen de ninguna autorización para hacerlo", reconoce, cono todo, Rubena Moisiu, directora del hospital obstétrico Koço Glozheni de Tirana.
Esta especialista apunta que, para evitar este tipo de situaciones, sería preferible que el médico no revelara a los padres el sexo del bebé. A raíz del informe de Doris Stump, el Consejo de Europa realizó un llamamiento a Albania, Armenia, Azerbaiyán y Georgia a aportar "datos fiables" sobre la natalidad y a explicar "las causas y razones" de estas diferencias detectadas. Además, también solicitó a los cuatro países que iniciaran campañas de sensibilización a la opinión pública y el sector médico sobre la cuestión de los abortos selectivos.
Según los expertos, el desequilibrio entre hombres y mujeres puede afectar a la demografía, provocar un retroceso de la natalidad, favorecer el tráfico de mujeres y provocar insatisfacción y violencia entre los hombres que no son capaces de encontrar pareja.