(Efe) "El tema del aborto será siempre motivo de condena porque es la muerte de un inocente", dijo en rueda de prensa Mons. Edmundo Valenzuela, vicepresidente de la CEP y designado esta semana por el papa Benedicto XVI como arzobispo coadjutor de Asunción.
Mons. Valenzuela detalló que durante la asamblea elaboraron un documento en el que destacaron que "no puede dejar de estremecer la liberación y la banalización de las prácticas abortivas".
El prelado aseveró que esa práctica, así "como la eutanasia, la manipulación genética y embrionaria y los ensayos médicos contrarios a la ética y la pena capital", entre otros, son "crímenes abominables". Remarcó, además, que, aunque haya legislaciones que los permitan, "la Iglesia mantendrá esta su postura para siempre".
El rechazo de la CEP se produce una semana después de que una mujer, de 35 años y con un embarazo extrauterino, lograrse someterse a un aborto terapéutico a pesar de las organizaciones católicas de defensa de la vida y de un fallo judicial en contra.
No puede darse matrimonio entre varón-varón y mujer-mujer
En cuanto a las iniciativas para aprobar en el país la unión entre personas del mismo sexo, Valenzuela argumentó que en "la humanidad siempre se ha conocido un solo matrimonio (...), la unión entre el hombre y la mujer".
La unión heterosexual "es para la Iglesia una permanente afirmación. Es un gran valor que hoy hay que defender en contra de las teorías que propugnan el matrimonio, así dicho en forma no exacta, porque no puede ser matrimonio entre varón-varón y mujer-mujer", sostuvo.
Mons. Valenzuela fue designado como vicepresidente de la CEP durante la la Asamblea Plenaria Ordinaria y la presidencia recayó en Mons. Claudio Giménez, obispo de Caacupé, ciudad a 55 kilómetros al este de la capital.
Los obispos destacaron también la aprobación a través de un referendo celebrado el 9 de octubre pasado del voto de los nacionales que residen en el extranjero y que se concretará en los comicios generales de 2013.