(DyN) La aceptación de la renuncia de Mons. Melani, a quien le faltaban todavía dos años para cumplir los 75 años que marca como límite el Código Canónico, fue anunciada hoy simultáneamente en Roma y en Buenos Aires, donde lo hizo el nuncio apostólico, Adriano Bernardini, a través de la agencia católica Aica.
Fuentes eclesiásticas dijeron a DyN que la designación como obispo coadjutor de Mons. Bressanelli buscó ya en febrero pasado evitar un cambio brusco de timón y que no se produzcan choques con el clero neuquino, que en su mayoría apoyaba a Mons. Marcelo Melani.
Denuncia
El escándalo se desató en mayo de 2009, cuando trascendió que el Vaticano le sugirió a Mons. Melani "revisar" las prácticas litúrgicas, tanto propias como de gran parte de los sacerdotes neuquinos, en el marco de la visita "ad límina" que efectuó al Papa y los dicasterios romanos.
También se dijo que el prefecto de la Congregación para los Obispos, Giovanni Battista Re, le recomendó renunciar a su cargo en la diócesis. Se trató, precisaron entonces las fuentes, de una petición extraoficial y personal del purpurado vaticano, ya que el único que puede pedírsela es el Papa.
Las advertencias del purpurado vaticano estaban basadas en dos denuncias anónimas llegadas a Roma, que acusaban a Mons. Melani de permitir "abusos litúrgicos", como no utilizar alba y estola durante las celebraciones eucarísticas, e "imprecisiones teológicas", como una falta de diferenciación entre jerarquía y feligresía. Ambas consideradas faltas "graves" en la Iglesia.