(Efe/InfoCatólica) El prelado ha asegurado que los divorciados “deben evitar las tareas que les sitúen en una posición incómoda o difícil”. En concreto, "desaconseja" enseñar religión o ejercer la función de director en escuelas católicas, según informó el diario "Het Laatste Nieuws".
“Es aberrante”, afirmó el presidente del colegio de directores de enseñanza fundamental católica, Jean-Pierre Merveille, quien recordó que “un marco legal establece una clara distinción entre vida privada y pública”, en unas declaraciones que recoge la agencia Belga.
Desde la secretaría general de enseñanza católica de Bélgica (Segec), Conrad Van de Werve considera que el planteamiento implica discriminación en la contratación.
El presidente de la Unión de Federaciones de Asociaciones de Padres de Educación Católica (Ufapec), Pierre-Paul Boulanger, por su parte, recalcó que para ser contratado lo que hay que cumplir son los requisitos legales.