(Efe) Los enfrentamientos se han trasladado a otros puntos de la capital egipcia y las autoridades del país han decidido decretar el toque de queda desde las 02.00 hasta las 07.00, hora local, en el centro de la ciudad, desde el sector de Maspero hasta la plaza de Abbassiya. Este último enclave se encuentra en la zona este, muy cerca de la principal catedral copta de El Cairo.
Según el gobierno, los soldados fallecidos habían recibido disparos de bala, mientras que se desconoce la causa de la muerte de los civiles. Decenas de heridos han sido trasladados a diferentes centros sanitarios de la ciudad, principalmente al Hospital Copto.
El primer ministro egipcio, Esam Sharaf, ha señalado que los incidentes que están teniendo lugar en estos momentos en la capital “no son un enfrentamiento entre musulmanes y cristianos, sino tentativas de sembrar el caos y la discordia“. Pese a ello, Sharaf ha convocado un comité de crisis con sus ministros para analizar las repercusionres de los disturbios.
En un breve mensaje a través de su cuenta de Facebook, Sharaf ha pedido a los egipcios que no respondan “a los llamamientos de la discordia“. “Es un fuego que nos quemará a todos sin hacer distinciones“, ha asegurado el jefe de Gobierno, quien ha instado a la unidad frente a “las fuerzas del sabotaje, el abuso y el extremismo“. Asimismo, ha indicado que “la aplicación de la ley sobre todos es la solución ideal para todos los problemas de Egipto“.
En estos momentos la situación en la capital cairota es de tensa calma. El área de Maspero, epicentro de los incidentes y lugar donde tiene su sede la Radio Televisión estatal egipcia frente a la que ha concluido la marcha copta, está siendo tomada por las fuerzas de seguridad. Decenas de vehículos militares (blindados y autobuses con soldados) están llegando a la zona, invadida por fuego, gases lacrimógenos y sonido de sirenas de las ambulancias, informa Francisco Carrión.
En la cercana plaza Abdelmonem Riad, grupos de cristianos gritan “con el espíritu y la sangre nos sacrificamos por la Cruz“, mientras que otros de musulmanes corean “Dios es grande“, en un ambiente de gran tensión, ha informado la agencia oficial egipcia Mena.
Los disturbios podrían estar trasladándose a la céntrica plaza Tahrir, hacia donde se dirigen civiles armados con palos y cuchillos. Se trata de los disturbios más graves que vive Egipto desde la revolución que acabó con el régimen de Hosni Mubarak, el pasado 11 de febrero.
Origen incierto de los disparos
No está claro el origen de los disparos, ya que testigos coptos han acusado a 'baltaguiya' (matones leales al régimen) de abrir fuego contra los manifestantes, mientras que los medios oficiales aseguran que fueron éstos quienes dispararon contra los militares.
Los choques se han iniciado al llegar miles de coptos, que pedían el fin de la violencia confesional contra su comunidad, ante la sede de la televisión egipcia y empezaron a lanzar cócteles molotov. Los militares que vigilan el lugar han intervenido para calmar la situación y evitar que los manifestantes causaran más daños en el edificio.
Dicha intervención ha motivado que los manifestantes lanzasen piedras y efectuasen disparos contra los soldados, según la fuente de seguridad, aunque la versión de los manifestantes es opuesta. El cristiano Musab Abdelmesih ha señalado cerca del edificio de la televisión que “la manifestación era pacífica“ y acusó al ejército de disparar contra los manifestantes. Abdelmesih ha denunciado, además, que grupos de 'baltaguiya' les han atacado por la espalda.
Los manifestantes piden que se procese a los que participaron en la destrucción recientemente de una iglesia en Edfu, en la provincia de Asuán, en el sur del país. También exigen a las autoridades que establezcan un marco judicial unificado para todas las religiones que les permita poder construir iglesias sin restricciones, tal como anunció el Consejo de Ministros en mayo pasado. En este sentido, Abdelmesih ha asegurado que lo que ellos piden es “poder construir iglesias como los musulmanes levantan mezquitas“.