En estos tiempos en los que muchos se avergüenzan de sus creencias por miedo a que les señalen con el dedo, les tilden de carcas o les den las espaldas -normalmente son cosas de poca monta: Lo que dirán los compañeros de trabajo, las vecinas, las amigas de toda la vida que ahora dicen que no creen en nada después de años de no perderse la novena de la Virgen de su pueblo, etc.- da alegría ver a algunos famosos a los que no les da corte decir que son creyentes y más todavía, algo totalmente escandaloso para los bienpensantes de hoy en día, dicen que están orgullosos de ser católicos.
Me ocurrió el poner la televisión durante la comida y ver una entrevista a Concha Velasco en la que, hablando del personaje que representa en estos momentos en un teatro madrileño, se ha pasado a hablar del paso de los años y del final de la vida. En un momento determinado le pregunta la entrevistadora: “Concha, ¿Tu crees?” a lo que responde la actriz: “Si te refieres a si soy religiosa, sí, mucho, pienso con frecuencia en Dios, sin él no podría vivir sola como vivo y no podría ir adelante en la vida”. Luego ha añadido, “soy religiosa, vaya, que soy católica, para que nos entendamos” y ha dicho que estaba muy contenta de serlo, a lo que la joven entrevistadora ha añadido: “Yo también soy católica”.
Aparte del hecho que en nuestro país son católicos las dos terceras partes de la población, pues gracias a Dios las campañas pro-apostasía de diversos colectivos como el COGAM, partidos como Izquierda Unida, o personajes como el alcalde de Rivas Vaciamadrid, han tenido un escasísimo éxito, y por tanto la gran mayoría de nuestros compatriotas siguen bautizados, a lo que se refería Concha Velasco es que era de Iglesia, vaya, que no se avergonzaba de su fe. Lo cual no quiere decir que sea una santa, que no sé si lo es (quizás algo se le quedó de su papel de Santa Teresa de Jesús), y no soy yo quien lo tiene que juzgar, aparte que no viene al caso. Lo que sí viene al caso es la valentía con la que ha proclamado su fe en televisión. Bien por ella.
Otra famosa que también ha manifestado recientemente el tener fe y valorar mucho dicha fe es la presentadora Anne Igartiburu, que en el programa "ültimas preguntas" se explayó defendiendo su estilo de vida: Madre de familia, trabajadora y mujer de fe en la Iglesia, incluso afirmó que para ella es muy importante ir a Misa los domingos y el voluntariado con una religiosas amigas suyas. En la web se puede ver la entrevista a esta popularísima mujer televisiva, la recomiendo como testimonio católico y no de cualquier tipo, sino de gran valor.
Otros personajes que recientemente han afirmado en público su fe católica han sido algunos famosos extranjeros: Es el caso, por ejemplo, de Mark Wahlberg, actor de moda, que hace poco se encontraba en Australia promocionando su última película cuando los periodistas le preguntaron sobre su vida cotidiana y explicó que, entre otras cosas, cada día va a Misa o por lo menos visita la iglesia para rezar. Precisamente esa pregunta se la hicieron cuando salía de rezar con su mujer en la Catedral de Santa María, en Sydney, y dijo: "Amo ir a la iglesia, lo hago cada día". Lo cual, para un actor de Hollywood no está mal, pero para Mark Walhberg es una cosa admirable.
Quién le ha visto y quién le ve (quien le quiera ver cómo era solo tiene que mirar en Google). Nacido en Boston en una familia católica, ha pasado por todo tipo de cosas: Drogadicto y asiduo en las comisarías, con gran disgusto de sus padres, después músico rapero y macarra, para pasar a ser actor erótico, modelo de ropa interior para Calvin Klein y por ello icono para el mundo gay americano, etc. Pero, lo dicho, arrepentidos los quiere el Señor, y a Mark Wahlberg le llegó la hora de cambiar, concretamente el pasar por la cárcel por haber herido a un compañero le ayudó a reflexionar, pero el momento definitivo fue el conocer a la despampanante top-model americana Rhea Durham. No tuvieron sexo a la primera de cambio, sigue contando él, ella supo hacerse valer aunque luego convivieron juntos, pero por lo menos la vida de él iba cambiando. Acabaron casándose por la iglesia cuando ya tenían tres hijos, ahora tienen cuatro. Pero es interesante ver la progresión en el cambio de vida: Desde que empezó a salir con la que ahora es su mujer, Mark se negó a volver a posar en paños menores y rechazó todas las películas que le han ofrecido con escenas subidas de tono. Por último, ha sido recientemente cuando ha empezado a frecuentar asiduamente la Iglesia, como decíamos al principio.
Otro famoso del cual se ha conocido hace poco su conversión al catolicismo es el jugador de futbol holandés, Wesley Sneijder, que se hizo famoso por ser el autor del gol que eliminó a Brasil del Mundial Sudáfrica 2010: En mayo del año pasado se convirtió y se bautizó en una capilla de Milán, cercana a la ciudad deportiva del Inter. Influyó en esa decisión su novia, la actriz y modelo holandesa Yolanthe Cabau, nacida en la española Ibiza. También lo motivó su amistad con Javier Zanetti, argentino compañero en el Inter, capitán y católico practicante, que se quedó sin Mundial, pero celebró el bautismo de su amigo tanto como los campeonatos que este año ambos conquistaron en Italia y en Europa.
Hasta aquí todo es más o menos normal, aunque en realidad no tanto: Que una actriz ibicenca y holandesa te ayude a convertirte al catolicismo ya tiene mérito por parte de la actriz, no es lo que uno parece esperarse ni de Ibiza ni de Holanda, pero sin duda hay que alabarla en lo que haya podido ayudar. Y hay que alabar también al futbolista Zanetti, el cual sin duda no solo es hombre de fe, sino que sabe transmitirla. Pero lo que quiero destacar, además de la labor de estas dos personas que Dios puso en el camino del futbolista, la ocasión que le llevó a la conversión: "Fui a Misa una vez junto a mis compañeros y sentí una fuerza y una confianza que me turbaron”. Ahora afirma que reza todos los días y los domingos va a Misa y comulga con Yolanthe, quien le regaló un rosario que él siempre lleva en su cuello.
Otros muchos casos más se podrían citar, algunos convertidos recientes como Gerard Depardieu, Juliette Binoche o James Calviezel, otros que recientemente han vuelto a sus raíces católicas como Nicole Kidman (después de divorciarse de su cienciólogo ex-marido Tom Cruise) o Silvestre Stallone. Pero querría citar el caso de un actor de talla insuperable, Sir Anthony Hopkins, también católico, el cual recientemente ha afirmado al británico Catholic Herald que no se imagina su vida sin fe, añadiendo que “ser ateo debe ser como vivir en una celda sin ventanas”.
La imagen literaria y la figura de Anthony Hopkins recuerdan, como no, su personaje en “El silencio de los corderos”, en los que precisamente el psicópata protagonista, Aníbal Lector, estaba encerrado en una celda sin ventanas, lo cual era un castigo horrible para un horrible criminal. Por eso cuando él lo compara con el ateismo, la imagen adquiere más fuerza todavía. De hecho, el actor añadió: “Yo odiaría vivir así”, además de criticar a los que atacan a la religión cristiana con frivolidad, diciendo que “Quienes son ellos para criticar una religión que ha dado tantos grandes filósofos y mártires? Que ellos vivan como quieran y que Dios les bendiga”, pero que respeten. Quizás en su tierra la petición de respeto pueda ser más fácilmente escuchada, pero en la nuestra, en la que el respeto a las ideas ajenas no es deporte nacional, tal petición me temo que probablemente caería en saco roto.
P. Alberto Royo Mejía, sacerdote