Pacíficos sí, pacifistas no

Jesucristo da tal importancia a la paz, que una de las bienaventuranzas dice: «Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios»(Mt 5,9). Deseo que seamos amigos de la paz o pacíficos, en el sentido del evangelio. Para ello es muy importante saber perdonar. Jesús en muchas ocasiones nos lo pide, empezando por el propio Padrenuestro. En cambio lo que no soy es pacifista (…) de los que en nombre de la paz, son capaces de abrirte la cabeza.

Jesucristo da tal importancia a la paz, que una de las bienaventuranzas dice: “Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”(Mt 5,9). Algo que deseo con todo mi corazón no sólo para mí, sino también para los demás, es poder vivir en paz: paz conmigo mismo, la más importante, porque es vivir en conformidad con la propia conciencia, pero también paz en la familia, paz en el ambiente en que nos encontramos, paz entre las naciones.

El respeto y el desarrollo de la vida humana exigen la paz. Ésta no puede ser la mera ausencia de guerra, sino que es “obra de la justicia”(Is 32,17). Luchar por la paz es esforzarse para que todo mejore, que haya más verdad, respeto mutuo, justicia y amor, empezando por mí mismo, no creyéndome que la violencia está siempre fuera de mí, en los otros, y sin saber reconocer mis tendencias posesivas y actitudes de dominio. La paz se expresa principalmente  en el respeto a la dignidad de las personas y de los pueblos y en la ayuda eficaz a su desarrollo, aunque ello suponga la superación del egoísmo nacionalista y un cambio en la mentalidad.

Este cambio es perfectamente posible y yo mismo he sido testigo de él. Una de las conversaciones más imborrables de mi vida fue que, cuando tenía 16 años y estaba de intercambio en casa de un chaval francés, su padre, herido grave en la primera guerra mundial, me dijo: “yo he luchado contra los alemanes, mi padre luchó contra los alemanes, lo mismo que mi abuelo y bisabuelo. Mi hijo luchará contra los alemanes”. Ahí, afortunadamente, se equivocó. Su hijo no tuvo que luchar contra los alemanes y hoy una guerra entre Francia y Alemania nos parece ciencia ficción. También hemos visto, sin necesidad de pegar un tiro, la caída del muro de Berlín y la recuperación de la libertad por los países del Este de Europa. Son dos precedentes que me impiden ser radicalmente pesimista ante el montón de guerras que hay actualmente en el mundo.

Actualmente luchar por la paz es trabajar por el desarrollo integral del ser humano, y no sólo en lo económico. Para ello hay que combatir contra las injusticias y favorecer las instituciones que trabajan por la cooperación entre las personas y los pueblos. Hay muchos problemas, como el de la salud, el del trabajo, la cuestión agraria, la educación, que superan incluso la capacidad de  los Estados, siendo necesario para resolverlos la cooperación internacional. Esta colaboración tiene que basarse en el convencimiento de la fraternidad universal de los hombres, fraternidad que para nosotros los creyentes está basada en el hecho que somos hijos de Dios, y que es la mejor prevención contra esa monstruosa barbaridad que es la guerra.

Sin embargo no hay que ser ingenuos. En el evangelio de Lucas, san Juan Bautista no dice a los soldados que tiren las armas (Lc 3,14). Es posible la guerra de legítima defensa, como lo fue en la segunda guerra mundial la lucha contra los nazis, y actualmente está más que legitimada la lucha contra el terrorismo, eso sí, valiéndose de los medios que nos dan las leyes. El terrorismo es una canallada y los terroristas, así como aquéllos que tratan de aprovecharse de sus acciones (los que recogen las nueces del árbol agitado por los terroristas), unos malvados cuya acción ha de ser firmemente reprobada, aunque tampoco podemos legitimar a los grupos que por su iniciativa pretenden responder a la violencia con la violencia. Es la sociedad y el Estado en su nombre, quienes tienen el derecho y el deber de defenderse y defendernos de la violencia terrorista, siendo dignos de estima y agradecimiento aquéllos que tienen a su cargo la defensa de la sociedad, pues son ellos y sus propios familiares los primeros amenazados por la violencia terrorista.

Deseo que seamos amigos de la paz o pacíficos, en el sentido del evangelio. Para ello es muy importante saber perdonar. Jesús en muchas ocasiones nos lo pide, empezando por el propio Padrenuestro. En cambio lo que no soy es pacifista. Creo que es el mal recuerdo que me dejó una coordinadora por la paz, a la que se apuntó la gente de Herri Batasuna, que recordemos es una organización terrorista, pues es ETA, según sentencia del Tribunal Supremo, o los grupos antiglobalización, empeñados en defender la paz arrasando las ciudades en las que caen y que me hacen desconfiar radicalmente de los que en nombre de la paz, son capaces de abrirte la cabeza.

Pero la paz que Jesús nos prometió en la Última Cena (Jn 15,27), o como introducción a la recepción del Espíritu Santo y del perdón de los pecados (Jn 20,19-22), ésa sí vale la pena.

 

Pedro Trevijano, sacerdote

10 comentarios

Myrna
De acuerdo padre, apenas se habla de esto excepto para juzgar y demonizar a ciertos grupos principalmente americanos y judíos. Si bien es cierto que como dice usted "Es la sociedad y el Estado en su nombre, quienes tienen el derecho y el deber de defenderse y defendernos de la violencia terrorista" Puede que llegue un momento en el que yo no tenga tiempo de defender a mi familia, los míos o a mí mismo.
Por otro lado no me fío del todo de ciertas legalidades ni de éste estado ni de ninguno que se aproveche del terrorismo o que me dicte cuando defenderme incluso preventivamente.
El caso de Irak me molesta en general. Sí ciertamente que cristianos allá sufren lo suyo y se escapan, pero nadie notó como de allá desaparecieron los judíos... Ya claro, sionistas dirán algunos.
Gracias padre.
5/01/11 3:09 PM
gringo
Sí padre, el problema es que durante la Segunda Guerra Mundial los obispos alemanes también decían qe la lucha de Alemania era legítima. ¿O acaso no había diócesis castrense en la Alemania nazi? ¿y qué le decían a los soldados de la Wehrmacht, que tirasen las armas? pues no.
5/01/11 3:54 PM
carlos
Ya! y Hitler era de descendencia judía, judío ateo como tú que llama a los sacerdotes como padre... es que eres muy respetuoso. Como con tanta embarazadas del Opus por ti y amigos.
Qué obsesión acarreas green go. Sí anda vete búscate una vida.
5/01/11 11:41 PM
Pedro Trevijano
A Gringo: Escribe un experto: "Pues bien, los documentos verdaderamente enérgicos contra el nazismo fueron los escritos individuales de algunos obispos intrépidos. En cambio, los de la conferencia resultaron un tanto descoloridos, demasiado débiles para lo que exigía la tragedia" (Cardenal Ratzinger, Informe sobre la fe, p. 69. Por si en las distintas ediciones se modifica la paginación está en el capítulo "Entre sacerdotes y obispos").
6/01/11 1:52 PM
Pedro Trevijano
Los problemas graves nos ayudan a comprender y agradecer el don de la fe. Pido por la esposa de Luis Fernando y su curación, si le conviene, coletilla que me enseñó mi padre ante una enfermedad de mi abuelo. Pedro Trevijano.
6/01/11 3:33 PM
juan
No sabía lo de la esposa de Luis Fernando; yo creía que todo fue arreglado. En efecto todo si Dios quiere pero habrá que "cansarlo" dándole la tabarra de día y noche hasta que se canse de nosotros.. ¿no nos enseño Él eso?
Te rogamos Señor por ella y su familia, mi lista con la que dar el tostón a Dios se sigue alargando. Siempre en tus manos y Misericordia Señor. Ten piedad.
6/01/11 10:34 PM
Gregory
Muy buen articulo en verdad la paz implica justicia y algo importante existen gobiernos supuestamente pacifistas que aprueban leyes en contra de la disidencia interna y hacen vivir a la sociedad en una permanente zozobra hablando de guerras en contra de aquellos que piensan diferente. Por otro lado lo politicamente correcto nos dice que lo acertado es evitar la guerra y ya sin preocuparse demasiado de entender las razones que la impulsan la guerra hay que evitarla por eso debemos construir la paz por medio de la justicia.
7/01/11 2:49 PM
Catholicus
¿O acaso no había diócesis castrense en la Alemania nazi? ¿y qué le decían a los soldados de la Wehrmacht, que tirasen las armas? pues no.
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No conviene aquí mezclar el ejército con el nazismo pues son cosas distintas. De hecho la gran mayoría de oficiales y generales alemanes detestaban el nazismo, porque provenían de una nobleza arraigada por decirlo así, algo más educada y formada.
Quizás aquí habría que hablar del patriotismo mal entendido de muchos generales, pues esa guerra injusta fue un crimen y antes está la justicia ante Dios que con la propia patria.

Por otro lado, es evidente que las voces morales más duras contra el nazismo fueron las católicas, lo que no quita para que, como ocurre siempre, los hombres de la Iglesia - pastores y pueblo- se vean también contaminados por los tiempos y el ambiente, como nos pasa a todos.
11/01/11 5:13 PM
Antonio MR
Unas cuantas aclaraciones.

1º El nacionalismo, que es un sinonimo del patriotismo no tiene por que ser negativo, el papa definio al patriotismo como una virtud cristiana, el nacionalismo solo es negativo si tiene una matriz pagana, racista o excluyente como puede ser el caso del nazismo, pero no si tiene un caracter catolico y universal como ha sido el nacionalismo español desde el Siglo XV.

2º Durante la Segunda Guerra Mundial no se libro ninguna guerra de liberacion, hubo una guerra de una ideologia de matriz gnostica y neopagana como el nazismo, contra otra de matriz atea y anticlerical como el comunismo, y contra otra de matriz masonica y liberal (el liberalismo es pecado) como eran las democracias occidentales, las mismas que hoy asesinan mediante el aborto, no creo que ningun bando fuera mejor que el contrario, en cualquier caso la lucha que si era legitima era la de los millones de cristianos que lucharon contra el comunismo en el frente del este y en nuestra guerra civil española como asi lo reconocio el Papa Pio XII.

Mucha Gracias.
21/01/11 9:26 AM
Juan Carlos
A Antonio MR.
Hombre,Antonio,a estas alturas mantener que el liberalismo es pecado...He tenido que leerlo tres veces.Saludos.
9/04/12 11:22 AM

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