Bambie Thug es una intérprete LGBTQ+ «no binaria» que representará a Irlanda en Eurovisión con su canción aparentemente satánica «Doomsday Blue».
Bambie Thug practica la brujería neopagana, en particular la magia del sigilo y de la manifestación. También ha declarado haber hecho «magia de sangre» durante su periodo, afirmando que se trata de «una ofrenda de tu propia sangre y también es muy bueno para tu piel». La brujería ha tenido una gran influencia en su música; numerosos hechizos y maleficios se incluyen en varias canciones. Ha publicado fotos propias pornográficas en redes sociales.
Bambie Thug se ha referido a su canción que representará a Irlanda en Eurovisión diciendo que la letra «habla en lenguas ocultas dentro del ritmo», «hablando al revés» y «oculta hechizos usando un lenguaje desconocido». Una segunda voz en la canción parece decir la palabra «Satanás» repetidamente cuando se reproduce hacia atrás. Ha declarado que su objetivo en la vida es «hacer que todos dejen las religiones y se unan a la brujería».
Bambie Thug también hace gala de tener un dibujo tatuado en su mano derecha con un símbolo que forma parte del sello de Baphomet, uno de los principales demonios de la Iglesia de Satanás.
Por su lado, RTVE ha seleccionado para representar a España en Eurovisión la canción «Zorra». Algunos como el presidente de Gobierno Pedro Sánchez han calificado la letra y la coreografía como rompedoras, pero en mi opinión son sencillamente zafias, soeces y sexualizadas. Además, la música es muy vulgar.
Ambas selecciones nos dan la medida de lo mal que está la sociedad (y Eurovisión).
Pero la verdad es que yo prefiero alguien abiertamente satánico a alguien zafio, soez o incluso tibio. Porque para creer en Satanás tienes que tener también una gran fe en Dios y en la vida eterna. Los creyentes podemos entender a los satánicos, aunque no compartamos nada con ellos, porque han elegido el lado equivocado, la infelicidad, el odio y el horror.
Sí, la Eternidad nos aguarda a cada uno de nosotros expectante. Al final de la vida, más allá de ese punto de cólera y de lágrimas donde es inminente la amenaza de la sombra, ¿quién nos oirá entre los universos infinitos? ¿Nos encontrarán los ángeles con miedo? O podremos escuchar entonces la gigantesca voz de Dios como sólo los santos la han escuchado. Y percibir su mensaje eterno y la inmensa felicidad de los que murieron antes que nosotros y se unieron a su música; esa que no entiende, en su magnificencia, de ninguna debilidad.
Por cierto, recomiendo la película Nefarius, sobre el demonio. No es una película de miedo ni nada de eso. Es muy original. Y los que no sean creyentes disfrutarán viendo a dos actorazos interpretando muy brillantemente un guion construido solo con diálogos, algo que se estila poco en el cine moderno.
