La Teología del Pueblo o la transformación de la Fe católica

La Teología del Pueblo o la transformación de la Fe católica

Parece que el problema que tenía el fiel católico (determinar qué filosofía resulta más apta para comprender la fe sin corromper su esencia), se ha convertido en este otro: ¿cómo transformar la fe para que sea una con el mundo?

Unas breves notas, sabiendo que el formato impide un desarrollo de cada uno de los puntos considerados. Sin embargo, lo hice pensando en que, incluso de esta manera, podía echar un poco de luz en este momento de confusión por el que está atravesando la Iglesia católica.

Al respecto, recuerdo el título de un artículo que escribiera el destacado filósofo alemán Robert Spaemann a raíz de un análisis que hiciera de la Encíclica Amoris Laetitia: «El caos erigido en principio».

De la comprensión a la revolución

El destacado filósofo italiano Augusto Del Noce nos ha enseñado, entre otras cosas, que Carlos Marx ha producido un cambio epistemológico en la noción misma de filosofía. Marx ha abandonado la idea de filosofía como comprensión para pensarla como revolución o transformación del mundo (tesis XI sobre Feuerbach). Y esta idea de Marx no hace acepción de personas; por el contrario, ha copado las conciencias de no pocos prelados.

Consecuentemente, el problema que tenía el fiel católico (determinar qué filosofía resulta más apta para comprender la fe sin corromper su esencia), se ha convertido en este otro: ¿cómo transformar la fe para que sea una con el mundo?

Esta nueva conciencia cristiana está obsesionada con una única cuestión: ¿qué forma otorgarle a la fe para que sea aceptada por la cultura actual? Este error inicial, que fue muy importante durante y después del Concilio Vaticano II, va a transformase en un gran error terminal que ha explotado de manera virulenta en nuestros días.

Basta advertir que el rostro del nuevo catolicismo cree más en la conciencia histórica que en la revelación divina. Cuando hablo de «conciencia histórica» estoy pensando en aquella perspectiva que asume como criterio absoluto de verdad este apotegma: «tanto el conocedor como lo conocido, tanto el sujeto como el objeto no se dan ‘ónticamente’, sino ‘históricamente’ » (Hans-Georg Gadamer. El problema de la conciencia histórica. Madrid, Tecnos, 1993, p. 25).

El amor no está puesto ya en la revelación divina sino en una afirmación de la razón humana.

Una nueva universalidad

El intento de transformar la realidad, en lugar de dejar que la misma se me manifieste tal como es, es una muestra harto palmaria del abandono definitivo de la metafísica.

Sucede que el nuevo dogma, el de la conciencia histórica, exige suprimir todo anclaje (léase: el ser). Claro está que esto no implica el abandono de la idea de universalidad. La nueva universalidad ya no estará fundada en el ser (el cual se hace presente en todo lo que es), sino que será una universalidad sui generis. La misma se fundará en una realidad puramente contingente, es decir, histórica.

De este modo, dejando de lado aquello que está presente en todo lo que es (verdadera universalidad) se pasa a asumir determinado modo de ser,haciendo brotar de él las leyes de carácter universal. La elección del modo de ser, obviamente, debe guardar perfecta consonancia con la forma mentis de la cultura dominante, aquí y ahora.

Esta nueva y falsa universalidad es propuesta en la actualidad desde la misma Roma. Su nombre es «la teología del pueblo». La misma es el claro resultado de ese espíritu ocupado no en comprender la revelación, sino en transformarla.

Para lograr este cometido, se emplea y menea hasta el hartazgo la categoría «pueblo». A partir de ella se establecerán las nuevas leyes universales que habrán de regir todo lo que es, incluida la mismísima fe católica.

Las nuevas leyes y el nuevo catolicismo

Las leyes universales que emanan de la categoría pueblo son, a mi juicio, fundamentalmente tres: a) la historicidad de todo lo que es; b) la asunción de la categoría relación en lugar de la de sustancia; c) la apoteosis de lo vivencial de la fe en desmedro de lo doctrinal.

De la aplicación de estas leyes surge el nuevo catolicismo. El mismo se caracteriza por:

1 - El abandono de la pretensión de aquello que indica el mismo nombre de catolicismo: la universalidad. Si la nueva ley del ser es el devenir, si todo es histórico, entonces la religión se convierte en una de las diversas expresiones que tienen los pueblos. Y no solo en relación a aquello que consideran Dios, sino en lo que concierne al modo propio de relacionarse con él.

2 - El privilegio otorgado a la comunidad en detrimento de la persona humana. La idea de comunidad da cuenta de la centralidad de la idea de relación; por el contrario, la de persona remite a la idea de sustancia.

De ahora en más, el sujeto de la fe deja de ser la persona humana, y pasa a serlo el pueblo. Esta posición ha conducido, entre otras cosas, a la renuncia por parte de la Iglesia católica de la acción de educar las conciencias de los hombres. Solo va a interesar la masa.

3 - El reemplazo de la preocupación doctrinal por una concepción vitalista de la fe. De este modo, la doctrina es una expresión, siempre inadecuada, de una fe cuya esencia es su continuo hacerse. «La doctrina falsea esa fe genuina» ‒afirman los mentores del nuevo catolicismo‒. Ese continuo hacerse pretende fijarse, anquilosarse a través de fórmulas (tal como lo ha hecho, de manera totalmente errónea, la Iglesia católica durante más de dos mil años).

4 - La politización absoluta de la Iglesia católica. Este resultado ya se encuentra en el mismo punto de partida: si la intentio originaria es «hacerse mundo» para alcanzar una perfecta sintonía con el mismo, entonces el contenido del nuevo catolicismo deberá identificarse, in totum, con la dimensión política.

Los criterios para determinar qué acciones son buenas, y cuáles malas, tanto por parte de los que se dicen cristianos como de los que no lo son, se extraerán de otro lado. Ya no son los diez mandamientos ni las bienaventuranzas del Nuevo Testamento las fuentes, sino las exigencias dictadas por la política.

El obrar de un católico será moralmente bueno si está a favor de los migrantes, si apoya a un presidente que privilegia las libertades civiles por encima de todo, si asume la conciencia de clase poniéndose en favor de los más pobres, si apoya la globalización, si es partidario de movimientos políticos que son expresión del «pueblo», etc.

De ahora en más, la religión no salva al hombre ya que este cometido es misión exclusiva de la política.

5 - La eliminación, del seno de la Iglesia, de todos aquellos que pretendan una comprensión católica del cristianismo. No hay cabida para ellos dado que son el katejón (obstáculo) que impide o demora el maridaje definitivo con el mundo.

Tengo ante mis ojos el prefacio escrito por el Padre Enrico Rosa S.J. a diversos estudios y comentarios respecto de la Encíclica Pascendi del Papa Pío X. El Padre Rosa afirma que el modernismo se ha erigido no ya en una herejía de escuela sino en un cristianismo nuevo que amenaza con suplantar al antiguo (Cfr. Enrico Rosa. L’Enciclica Pascendi e il modernismo. Studii e commenti. Seconda edizione corretta e accresciuta. Roma, Civiltá Cattolica, 1909, p. III).

Creo que lo sostenido por el Padre Rosa, hace ya más de cien años, se está cumpliendo en nuestros días. En la actual Iglesia católica ya no podemos decir que los católicos creemos lo mismo. La unidad de fe se ha convertido en una rapsodia que exige un gobierno sostenido por el miedo y no por una caridad fundada en la Verdad.

La adoración de la historia no puede desembocar más que en este nuevo catolicismo que, como refiere Del Noce, no se presenta ni como acrecentamiento, ni como explicación de las virtualidades presentes en la fe católica. Todo lo contrario, se trata de algo absolutamente nuevo, configurado a partir de una ruptura radical con el catolicismo de siempre (Cfr. Augusto Del Noce. I cattolici e il progresismo. Milano, Leonardo, 1994, p. 214).

 

 

20 comentarios

Percival
Parece mentira, pero usted, en el fondo, ha ofrecido aquí un sencillo comentario de la Evangelii gaudium y de las líneas actuales de la Iglesia. Vamos muy re mal.
13/11/20 10:03 PM
Vicente
Siguen algunos criticando a la Iglesia y al Papa porque les molesta.
13/11/20 11:25 PM
Rubén
Señor Vicente acuerdese que hay 2 Iglesias.
14/11/20 2:13 PM
África Marteache
No hay aquí crítica alguna a ningún papa en concreto sino a una postura de la Iglesia que ha abandonado a Dios para "adecuarse" a una realidad histórica y, por lo tanto, deberá seguir haciéndolo a medida que la historia varíe. También ha abandonado al ser humano para abrazarse a la masa y a sus necesidades, reales o supuestas.
14/11/20 5:49 PM
Jk
¿Criticando a la Iglesia? No, ¿a la ideología del actual Papa? Si.
14/11/20 10:24 PM
JSP
1. Un matiz importante que es falla de la teología del pueblo o de cualquier teología liberal que traspase la frontera de la fe católica: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán." (Mc 13,24-32).
2. La transformación de la fe católica no es posible, porque se basa en hechos históricos y porque la oveja reconoce la Voz sólo de Su Pastor.
3. El auxilio de la Gracia, la Providencia y el Espíritu Santo mantendran un resto fiel firme en la Fe católica de la Tradición apostólica y de la Escritura del Depósito de la Fe por mucho que insistan los bautizados con defecto de Fe católica en el aggiornamiento mundano y del infierno "vacío".
14/11/20 11:54 PM
Percival
Señor Vicente: no molesta la Iglesia. Molesta que el Papa no cumpla su misión, sino que haga todo lo contrario. Incluso lo contrario de lo que dice. Pero siempre lo que piensa.

Sin embargo, la cuestión no es ésa sino el rumbo de la Iglesia con esta ideología de fondo: pseudo-evangélica y marxista-cultural.
15/11/20 1:29 PM
alejandra
Los católicos nunca creyeron todos en lo mismo. Siempre hubo distintas interpretaciones. Sólo que en otros momentos, el poder de algunos era tal que se permitían imponerse sobre, oprimir, y callar a los otros. No hubo una sola forma de pensar, lo que había era una sola voz. Que no es lo mismo. Había católicos sin derecho a voz, que hoy sí lo utilizan.
15/11/20 3:18 PM
Roberto
Como siempre brillante y claro querido Carlos. Vicente ha de pertenecer a las huestes de Lozano o el Obispo de San Rafael que lo único que les interesa en rendir pleitesía a Bergoglio, amigo de Biden.
15/11/20 3:23 PM
Recaredo
No hay dos sino una sola: la Iglesia de Cristo que HOY es seguida por una minoria y traicionada por la mayoria
15/11/20 3:33 PM
Albert Peez
“Parece que el problema que tenía el fiel católico (determinar qué filosofía resulta más apta para comprender la fe sin corromper su esencia), se ha convertido en este otro: ¿cómo transformar la fe para que sea una con el mundo?”
Una cosa es “estar en el mundo” y otra muy distinta es “ser una con el mundo”, como el Señor mismo dio perfectamente a entender.
Desde el Concilio de Trento la Iglesia dejó de “estar en el mundo” para, por obra y gracia de la institución eclesiástica, “caminar errante por el mundo”, sabiéndose poseedora de la verdad, porque en la Escolástica está la verdad y la Edad Media es el referente absoluto para la Iglesia.
Como respuesta a este “caminar errante por el mundo”, hay algunos que quieren que efectivamente la Iglesia se apunte a todos los bombarderos y asuma para si todas las banderas progres que vayan saliendo especialmente en los medios de comunicación, pensando, así, que es lo más apto para la Iglesia. Esto sería el “hacerse una con el mundo”.
Pero hay otros que piensan diferente. El “estar en el mundo” se hace inevitablemente necesario para la Iglesia, es la “historicidad” de la Iglesia (Jn 17:15: “No te pido que los saques del mundo, sino que los defiendas del Maligno...”). Y el Maligno se manifiesta en el mundo de muchas formas, entre ellas, la mentira, la cerrazón mental, el fanatismo, el “hacerse una con el mundo”, el pensar que “nosotros somos los poseedores absolutos de la verdad” (al margen de los conocimientos científicos y filosófic
15/11/20 4:50 PM
Centurión Cornelio
Alejandra

Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios.

Está claro, ¿no?

Todos los católicos tienen que estar de acuerdo con el contenido íntegro del Credo y con los dogmas firmemente establecidos por la Iglesia.

Otra cosa es que tengan dudas, por su incredulidad.

Y otra cosa es que sean ignorantes, que es lo más habitual.
16/11/20 11:48 AM
alejandra
@Centurión

Ajá... si yo no digo que no. Por qué me habla como maestro ciruela a un niño? "Está claro, no?". Sí, tan claro como que hay millones de católicos a favor de que existan leyes civiles para permitir el divorcio, la libertad religiosa, etc. Una cosa no quita la otra.

El artículo habla de cosas que presenta como "nuevas" cuando están presentes hace décadas y siglos. "Politización de la Iglesia"... bueno, a muestra sobraba un botón.
16/11/20 4:26 PM
Jk
¿Que habian "católicos sin derecho a voz"? mas bien habían herejes o heterodoxos sin derecho a dividir y autodestruir a la Iglesia pero que desde el postconcilio caminan y hacen a su gusto.
16/11/20 5:29 PM
Luis
"El Hijo del hombre se va, tal como está escrito de él; pero ¡ay de aquél que entrega al Hijo del hombre!.
¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!. (Mateo, 26 -24).
¡ELLOS ERAN DOCE NADA MÁS!.
18/11/20 1:35 PM
marcelo
En lo que a mi respeta no hay tal unidad de la Iglesia en el sentido de los Dogmas y hasta Liturgia. Hay mucha diversidad por ej. por la Pandemia voy los Sábados a una Iglesia y esta todo bastante cambiado, no es la que iba siempre, claro resulta que es de los Kikos españoles los cantos, no saben la Fiesta que arman, tendré que soportar hasta que pueda ir a la de siempre. La unidad de la Iglesia es una utopía, cristo es la cabeza pero después hay cualquier cosa, como las Católicas con el derecho para decidir (ahorto), Carismáticos, pro LGTBYX etc.
19/11/20 12:27 AM
carlos iavicoli
En el Evangelio Cristo nos asegura/ en verdad les digo/que el cielo y la tierra pasaran pero Mi Palabra NO pasara. Como antes reprochaba hombres de poca Fe por que dudan? Hoy nos grita crees en tus palabras o EN MIS PALABRAS? Creemos en Alguien, El que ES eternamente y no debemos de tener miedo a nuevas filosofias, modas , ideologias, que se nos imponen bajo amenazas juridicas. Nos advirtio Los mando como ovejas entre lobos, pero no teman porque Yo estare con ustedes. Señor aumentanos la Fe. Visitemos al Señor presente en el Sagrario. Quince minutos son suficientes Quedate en silencio y escuchalo o hablale agradeciendo su Cruz y su Providencia y diciendo que lo amas y lo que deseas para ti, y para nuestros projimos necesitados.en todo el mundo.
19/11/20 2:04 PM
Cristián Yáñez Durán
" Los católicos nunca creyeron todos en lo mismo"

La única Iglesia fundada por Cristo es Católica precisamente porque todos sus miembros, siempre y en todas partes han creído la misma Fe.
Quienes no han creído lo mismo que sostiene el Magisterio plurisecular, son católicos sólo nominalmente aunque reciban todos los sacramentos, vayan a Misa, etc.
Y lo mismo da que sean muchos, pocos o mínimos, lo esencial para ser cristiano es tener la Fe única, sin la cual es imposible salvarse.
20/11/20 12:03 PM
Marcelo
Tan claro está el concepto del Mundo, tanto en los evangelios y ni hablar en Pablo. Es que no tienen Fe, son del Mundo. Su artículo es muy bueno Abrazo en en el Señor.
20/02/21 4:22 PM
Octavio
En la parroquia que me toca en Venezuela solo se habla de ayudar a los pobres materialmente. Cáritas hace su trabajo reparte algunas medicinas y un día a la semana se hace una gran olla para dar un plato de comida en un determinado lugar. Se habla mucho de ayudar a los pobres pero no de convertir a los pobres. El tema que no falta ahora es lo de la pandemia, quédate en casa, no sean irresponsables haciendo reuniones, vacúnense todos. Nos echan gel para entrar y en la cola de la comunión nos vuelven a echar pero nunca he oído una explicación de las debidas disposiciones para comulgar, ni un llamado a confesarse. Los confesionarios ya no se usan. Hay que abordar el sacerdote para confesarse si hay tiempo. Esos anticuados sacerdotes de antes oraban mucho y hacían penitencia nos predicaban bastante que era pecado y la necesidad de arrepentirse para ir al cielo y lo real es que algunos hacían lo que los modernistas no pueden, orar por enfermos y resucitar muertos. (Vëase: Historia de los apóstoles de América por el Padre José María Iraburu, quien escribe en este block.) También Francisco Javier, Padre Pío, Juan Bosco etc. etc.)
27/08/21 11:55 PM

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