Pocos católicos conocían en España la existencia de un sacerdote jesuita llamado Juan Masiá Clavel, quien había desarrollado gran parte de su tarea sacerdotal y docente en Japón. Se hizo relativamente "famoso" cuando fue apartado de la cátedra de bioética de la universidad de Comillas por enseñar algo contrario a la doctrina católica sobre esa materia. Por aquel entonces se "acusó" al cardenal Rouco Varela de estar detrás de esa decisión.
En marzo del 2006 la Oficina de Prensa del Provincial de la Compañía de Jesús en España publicó una nota en la que se hacía referencia a las declaraciones del P. Juan Masiá en diversos medios de comunicación, en las que había " vertido juicios sobre la situación de la Iglesia española, valoraciones sobre personas, informaciones sobre hechos no ajustados a la realidad y opiniones acerca de diversos argumentos, especialmente ético-morales, que han causado sorpresa, cuando no confusión, en parte de la comunidad cristiana". Desde la Compañía de Jesús en España se vio necesario "manifestar públicamente su desacuerdo con el contenido de tales opiniones y con las formas en que algunas de ellas han sido expuestas".
En marzo del 2007 el jesuita Masiá abrió el blog "Vivir y pensar en la frontera" en Religión Digital. Desde entonces dicho blog ha conseguido convertirse en uno de los más leídos y comentados de ese portal de información y opinión sociorreligiosa. El problema es que los contenidos de muchos de sus artículos han estado mucho más allá de la frontera de la fe católica. Que un sacerdote jesuita aplauda al doctor Montes o apoye la eutanasia de Inmaculada Echevarría, es bastante más de lo que un fiel católico puede leer sin sentirse escandalizado. Por no hablar de sus aportaciones sobre algunos dogmas católicos tales como el de la Inmaculada Concepción o la resurrección de Cristo.
El superior de Masiá le ha solicitado que deje de escribir fuera de Japón y él ha accedido a ello, aunque sin dejar de atacar a los obispos españoles en la carta por la que anuncia su decisión. Pero no podemos dejar de preguntarnos qué es lo que tiene Japón de especial para que el padre Masiá pueda seguir haciendo allí lo que ahora no va a hacer aquí. Si sus enseñanzas son contrarias a la fe de la Iglesia, los fieles católicos japoneses tienen derecho a no recibir enseñanza alguna de este jesuita español. La heterodoxia no se convierte en ortodoxia por residir en el país del sol naciente.
Creemos que la Iglesia debería de aclarar si, como piensan no pocos fieles católicos, Juan Masiá Clavel, SJ, ha cruzado definitivamente la frontera de la fe católica. Si así ha ocurrido, pensamos que debería de ser conminado a regresar a los límites del magisterio. Y si se niega, opinamos que habría de prohibírsele todo tipo de actividad docente o de participación en medios de comunicación de todo el mundo. De no obedecer, el siguiente paso podría ser convertir al sacerdote jesuita Juan Masiá Clavel en el ciudadano Juan Masiá Clavel. Ni la Iglesia ni la Compañía de Jesús puede permitir que desde la condición de sacerdote y de jesuita se ponga en solfa la fe católica.