La corrupción moral de Occidente

Pues a eso lleva el desprecio de los principios morales y el abandono de la religión. Y todo ello no se arreglará, seguro que todavía empeorará, si no se vuelve a vivir como Dios manda. Ese es el único remedio.

No se trata de casos aislados. Es una corrupción generalizada. El último escándalo de Berlusconi, y cuantos van ya, es sólo una muestra más de lo que se ve todos los días y en todos los sitios.

El cambiar de mujer o de marido ya no sorprende a nadie. Y sobre todo en las más ilustres familias. Que un rey o la mujer de un presidente aparezcan in puribus en las revistas tampoco es excepcional. La rebatiña de los dineros públicos ya se produce hasta por familias o consejos de ministros. No hay día en el que el PSOE no airee un escándalo del PP y éste no le replique con otro del PSOE. Los sindicatos, los bancos, las cajas de ahorro son la cueva de Alí Babá. No se salvan los jueces ni los militares. Hemos perdido ya la cuenta de alcaldes y concejales procesados. Y así se mire donde se mire.

No cabe extrañarse de que con esos ejemplos se multipliquen en las masas los robos, las violaciones, el vender los cuerpos por dinero, los divorcios, el maltrato a las mujeres... Y si todo ello es reprobable todavía se riza el rizo de lo peor. Abortos por millones, pederastia, abusos de hijos por sus propios padres... Y hasta obispos, sacerdotes y religiosos aparecen implicados en esta repugnante exhibición de vicios.

Pues a eso lleva el desprecio de los principios morales y el abandono de la religión. Y todo ello no se arreglará, seguro que todavía empeorará, si no se vuelve a vivir como Dios manda. Ese es el único remedio.

4 comentarios

Ricardo de Argentina
Muy acertadas sus palabras, don Francisco. Que me trajeron a la mente al correr de su lectura, una paradoja que es todo un escarnio:
Siendo que es la clase política la que potencia todos estos males, con su mal ejemplo y con su inocultable deseo de alejarse de las enseñanzas evangélicas, ¿cómo es que todavía hay algunos que confían en que sea la misma clase política la que nos saque de ésto?

Hasta aquí llegamos confiando en el Hombre. Hemos llegado a creer eso de que "probablemente Dios no existe", al punto que hemos sido capaces de ventilarlo obcenamente por las calles. Dios no nos va a quitar la libertad de seguir por ese camino, si lo queremos. Pero, ¿nos conviene seguir así?

Creo que Ud. lo ha dejado muy claro.
6/06/09 2:37 PM
Camino Iriarte
Ahí pone el dedo en la llaga verdadera, don Fco.José. Fastidia por eso bastante que quienes intentan llevar una vida "como Dios manda" sean tildados de "integristas" por sus mismos hermanos en la fe. Incluso por los "lideres" o "responsables" de sus parroquias, comunidades, asociaciones o plataformas cívicas. Romanos 1, 16-32 explica muy bien qué sucede cuando no hay integridad, que no integrismo, en el amar a Dios y guardar sus mandamientos:
"porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció... llenos de toda injusticia, perversidad, codicia, maldad, henchidos de envidia, de homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos,
detractores, enemigos de Dios, ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, rebeldes a sus padres,
insensatos, desleales, desamorados, despiadados..."
6/06/09 7:20 PM
Luis "no el de siempre"
Jajaja, si es que como una dictadura teocratica no hay nada. Tiene bemoles leer estas cosas en pleno siglo XXI, el autor debería irse a vivir una temporadita a Arabia Saudi, que se vive como el dios de turno manda, y si no quieres es sencillo, te matan y dejas de vivir. Lo dicho, tiene bemoles.
10/06/09 1:31 AM
odet
Estoy de acuerdo con usted,D.Francisco,occidente está saturado de corrupcíon, a mí todo esto me recuerda cada vaz más a sodoma y gomorra,también hay mucha hipocresía en la sociedad que tenemos.
13/06/09 10:39 PM

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