Dicen que en el reino de los ciegos, el tuerto es el rey porque, a efectos reales, algo ve. Puede que sea un tuerto miope y puede que sea corto de vista tanto oftalmológica como intelectualmente, pero con que vea un poco, aunque sea sólo un poco, ya tiene una gran ventaja de la que puede sacar provecho. Lo gracioso, en cambio, es encontrar a un ciego tildando de miope a quien algo ve.
Nuestra flamante ministra de Justicia y Derechos Humanos debe ser muy justa seguramente, pero, como también dicen que la justicia es ciega, parece que está empezando a padecer una invidencia evidente. Después de que el Congreso de la República del Perú mostrara por una ocasión algo de buen ojo al derogar el Decreto legislativo 1323 que proponía considerar los crímenes de odio contra los denominados grupos LGTBI, la señora Pérez Tello se atrevió a afirmar que el Congreso había actuado con una «mirada miope».
Bueno, señora Ministra, yo coincido en parte con usted. Bien miope hay que ser para no haber visto todas las barbaridades que su gobierno está realizando: que los trabajadores de sanidad tienen prohibido el recurso a la objeción de conciencia (siendo éste un derecho humano inalienable) si no desean repartir pastillas de día siguiente y preservativos a los adolescentes de 13 años que se lo pidan, como les obliga la guía técnica de planificación familiar, sin el conocimiento y consentimiento de sus padres; o que el mismo reparto gratuito de la pastilla del día siguiente es anticonstitucional según la máxima autoridad del Estado al respecto y a ustedes eso no les importa, siendo además que es la primera vez en la historia del Perú que un Ministerio se humilla ante un juez de primera instancia sin recurrir, que es lo que debe hacer no por lo que prefiera la ministra de turno sino por velar el cumplimiento de la Constitución. Es cierto, mejor pensar que es miopía y no negligencia directa.
Pero lo que no logro comprender es que se llame miope a este mismo Congreso que no ve lo que tan evidente es y tanto daño haría al Ejecutivo si lo viera, justo cuando lo que hace es ver bien por primera vez. Señora Ministra, ¿a qué legislar algo que no existe? La misma Promsex que recibe su financiación del genocidio sistemático y venta de órganos humanos de Planned Parenthood ha dedicado todo su esfuerzo en intentar demostrar que la discriminación por orientación sexual es un mal irrefutable en el Perú. Según ellos mismos, entre los años 2013 y 2016 han muerto asesinadas 38 personas LGTBI, y eso es suficiente para demostrar la discriminación que hay. Mire, señora ministra, para que vea un poco y no se deje cegar por estas cifras retorcidas. Sólo en el año 2015 murieron asesinadas 2247 personas en Perú, cifras del INEI. ¿Cuántas de ellas serían del Alianza? ¿A cuántas de ellas les gustará ver 'Al fondo hay sitio'? ¿Cuántas de ellas se considerarían afines al fujimorismo? ¿Cuántas solían tomar café?
Todas estas son preguntas irrelevantes siempre que el motivo del asesinato no sea lo mismo que preguntamos. Si a un aliancista lo matan en un asalto y no existe evidencia de que el asesino lo matara por el hecho de ser aliancista, ¡simplemente no se puede hablar de discriminación contra el aliancismo! Es absurdo, ¿verdad? Aproximadamente 8 de cada 10 personas toman café, así que podríamos decir que sólo en el 2015 murieron unas 1800 personas que tomaban café, que son prácticamente 5 personas asesinadas al día. ¡Pero no podemos hablar de cafifobia porque, simplemente, no tiene sustento por ningún lado!
Pues de igual manera con las estupendas cifras de Promsex. Ni uno sólo de los asesinatos que se mencionan en su estudio ha sido motivado por el hecho de que la víctima fuera una persona LGTBI.
De los 38 casos, 18 fueron asesinatos ocurridos entre asaltos, robos, tiroteos y demás circunstancias aisladas; y los otros 20, ¡fueron asesinados por sus mismas parejas homosexuales! Si existe algún tipo de discriminación criminal contra los LGTBI sería de parte de los mismos LGTBI, lo cual es absurdo.
Señora Pérez Tello, esos que usted considera miopes fueron elegidos uno por uno por la población peruana. Usted no, usted tuvo la suerte de ser nombrada únicamente por el Presidente, quien evidentemente sí fue elegido democráticamente. Por eso, la próxima vez tenga en cuenta que cuando se burla del Congreso, se burla de la población que lo escogió, que de por sí ya es mayor que la población que la escogió a usted.
Javier Gutiérrez