Un sacerdote, el p. Jacques Hamel, de Saint-Etienne en Saint-Etienne-du-Rouvray (cerca de Rouen, Francia), fue muerto esta mañana por dos individuos que además tomaron como rehenes a una monja y a algunos de los fieles, mientras era celebrada la misa. La hermana está gravemente herida, al igual que algunos de los rehenes, que resultaron heridos. Los dos atacantes murieron por la intervención del ejército, y el presidente François Hollande dijo que tenían vínculos con Isis (Estado islámico, o Daesh) y de hecho se consideraban «soldados del Estado Islámico». El Consejo Francés del Culto Musulmán condenó el acto «vil y brutal», pidiendo la cohesión y la unidad entre todos los franceses. El Papa Francisco, en un comunicado del Vaticano, «se asocia al dolor y el horror» y «condena de la manera más radical» el ataque y el «bárbaro asesinato».
La serie de asesinatos y ataques en los últimos días en Alemania y en Francia hoy son un reto a la política de la integración de los musulmanes en Europa. Pero, sobre todo, pone de relieve, la estupidez, la «falta de sentido moral» de la política europea y quizás también su «ignorancia» cuando se trata de Islam. El que habla es uno de los mayores expertos en el mundo del Islam, el p. Samir Khalil Samir, jesuita, actualmente profesor en el Pontificio Instituto Oriental de Roma, que durante el verano se trasladó a Alemania para trabajar.
De los tres incidentes graves que han afectado a Alemania (en el tren de Würzburg, en Múnich, en Ansbach), sólo uno de ellos parece estar fuera de la relación con el mundo islámico, el de Múnich. Hasta el momento, la policía no ha encontrado ninguna relación entre el joven alemán-iraní e Isis. Además, estuvo en tratamiento psicológico. Ha sido - eso parece - un acto de locura. Un amigo suyo lo salvó, quitándole la bolsa con 300 balas. Por el momento la policía dice que no hay evidencia de vínculos con el islamismo. En el caso de los ataques en Francia (Rouen, Niza, París, etc ...) el vínculo con ISIS es claro.
Para el joven de Würzburg, que hirió a cinco personas en el tren, los lazos con Isis están probados. Lo mismo ocurre en el caso del joven que se hizo explotar en Ansbach. Lo sorprendente es que son todos jóvenes; todos conocidos por la gente no como fanáticos, o particularmente religiosos; todos ellos con situaciones tranquilas, no problemáticos. El de Würzburg estaba en una familia adoptiva, de la cual él no se fiaba. En cualquier caso, nadie previó semejante desarrollo terrorista.
Los tres casos son sorprendentes porque son muy jóvenes, no ligados a cualquier campo de entrenamiento; todos iban a la escuela... Todavía no está clara la forma en que entraron en contacto con Isis. Ciertamente, no fue directamente, sino a través de Internet, donde están a la luz del sol las propuestas violentas.
Tantos ataques en unos pocos días han creado confusión en Alemania, aunque la policía mostró toda su eficiencia, especialmente en Múnich: se las arreglaron para desplegar un control de la situación realmente admirable.
En el caso de Würzburg, el joven fue muerto por un oficial de policía. Alguien le ha reprochado por haber disparado, pero el ministro del Interior lo elogió.
Todos venían de ámbitos pacíficos, ni pobres, ni ideologizados. Es diferente del caso de Niza, donde el atacante había calculado con tiempo todo el golpe; incluso cerró su cuenta en el banco y envió 100 mil euros a sus parientes (¿regalo de Isis?). Incluso sus amigos dijeron que el joven tunecino tenía todo planeado.
En el mundo árabe se dice que detrás de todo fenómeno terrorista islámico están Arabia Saudita y Qatar. Al comienzo de su historia, el movimiento fundamentalista era para destruir el elemento chií en Irak e Irán. Luego se convirtió en una lucha contra todos.
En el caso de Alemania, todo el mundo se sorprende: ella ha recibido más de un millón de migrantes y los trata bastante bien. Un centro de refugiados cerca de mi casa trabaja muy bien: los niños van a la escuela, reciben subvenciones, los adultos comparten una escuela de alemán en la noche ...
El cambio repentino entre estos jóvenes no es nada nuevo.
Ahora la crítica hacia Ángela Merkel es muy fuerte, y todos la crítican por su generosidad en la acogida. Tal vez la situación está cambiando: antes eran unos unos pocos miles, la integración era calificada. Ahora que los refugiados se han convertido en cientos de miles, tal vez el programa de integración no cuenta con más.
Muchos alemanes dicen que está en crisis el proyecto de integración, y esto debido a que el número de migrantes está siendo demasiado grande. He de decir que en comparación con el resto de Europa, Alemania era realmente un modelo en los esfuerzos para integrar a los inmigrantes.
Y todavía hoy, la solución es la integración, y no el rechazo de los migrantes. Por desgracia, el islam es difícil de integrar, ya que tiene una cultura, en muchos puntos, opuesta a la corriente de Occidente. Desde el punto de vista religioso, social, de las relaciones hombre-mujer, en relación a la comida... es un sistema completo. Que la religión sea diferente no es un problema. Pero el hecho es que en el islam la religión está ligada a un sistema político, social, cultural, histórico, de costumbres, que afecta todo: el vestir, el dar la mano a uno u a otra, las relaciones sociales...
Son tantas las cosas que hacen que sea difícil asimilar las ideas de Occidente.
En el pasado, cuando eran los norafricanos quienes llegaban a Europa, estos ya estaban un poco secularizados, o porque habían sufrido la colonización francesa y por el estilo impuesto por sus líderes (en Túnez y en Argelia), o porque eran bereberes, etnia local que se negaba a ser llamada «árabe».
Hoy, sin embargo, la influencia islamista radical que propone un mundo diferente en todos los aspectos, hace que sea mucho más difícil la integración.
Si se mantiene la posición islamista (los Hermanos Musulmanes, los salafistas, etc...) la integración es difícil. Pero si se acepta ser musulmanes abiertos, que también quieren aprender de la sociedad occidental, entonces sí es posible. Una vez era así: la sociedad occidental se consideraba un modelo para el desarrollo y la emancipación. Pero hoy en día es todo lo contrario: para muchos musulmanes la sociedad occidental ha de ser rechazada. Y mientras tanto, se crea un nuevo modelo islámico o islamista (fundamentalista).
Para nuestro siglo, este es un gran conflicto.
También se debe tener el valor de decir que el islam tiene elementos de violencia en el Corán y en la vida de Mahoma. Si se continúa diciendo que «el islam es una religión de paz» solamente creamos confusión y perplejidad.
Ayer escuché un discurso de la primera ministra británica, Theresa May, que pronunció cuando aún no era primer ministro - hace tres años – en el cual, en una reunión con musulmanes repitió mil veces: «¡El islam es una religión de paz!, ¡el Islam es una religión de paz! ¡No hay un solo versículo en el Corán de violencia!». Y recibió el aplauso de los presentes. Todo esto es increíble: es un intento de minimizar el problema. Y esto viene principalmente de los líderes políticos europeos, más que de la población.
¿Por qué hacen esto? Para obtener los votos de las comunidades musulmanas. En Francia también es así: desde hace varios años en Francia el gobierno puede donar tierras para mezquitas y centros islámicos con alquiler gratuito durante 99 años. Así, Francia se está llenando de mezquitas financiadas por los países que apoyan el terrorismo. Entre los políticos hay una pérdida del sentido moral, ya que están dispuestos a hacer cualquier cosa para ganar votos. Y hay también una pizca de ignorancia: ¡nadie puede decir que en el Corán no hay versículos violentos! La ignorancia y la pérdida del sentido moral es una mezcla explosiva.
P. Samir Khalil, sj
Publicado originalmente en Asia News