Una de las preguntas que me hago seriamente es: ¿nuestros políticos se han puesto de acuerdo para competir sobre cuál de ellos defiende o dice mayores disparates?
¿Que por qué digo esto? Hace ya unos años leí un artículo en el que se hablaba que una Universidad sueca había hecho un trabajo en el que había llegado a la conclusión que para educar un niño lo mejor era una familia estable, monógama y que se quisiese. No pude por menos de pensar que para ese viaje no se necesitan alforjas. Lejos estaba yo de suponer, que muy pronto se iban a defender disparates que hacían que un trabajo así fuera útil y necesario.
Es evidente que en la sociedad actual hay muchas cosas que no funcionan o que no son compatibles con una recta moralidad. En el campo político encontramos que el aborto es un derecho, quieren imponernos la eutanasia, aunque la experiencia indica que en muchísimos casos se realiza contra la voluntad del paciente, la educación sexual hay que darla conforme con la ideología de género, y por ello el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, dependiente de Sanidad, ha publicado un trabajo titulado: “Abrazar la diversidad: propuestas para una educación libre de acoso homofóbico y transfóbico”, que contiene sus ideas sobre la ideología de género y cómo aplicar esta ideología en las escuelas españolas.
En él podemos leer: “Frente a los argumentos que sostienen que lo natural es la heterosexualidad, los hechos muestran que lo natural es la diversidad sexual”(p. 9)... “Optimiza los espacios del centro,favoreciendo los baños mixtos con cabinas individuales”... “Favorece las celebracionesdel día del Orgullo LGBT, Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, de la lucha contra el VIH-SIDA, semana de la diversidad sexual y de identidad de género así como otros eventos de sensibilización para toda la comunidad educativa. Asegúrate de que todos los eventos celebrados en el ámbito escolar sean inclusivos para las personas LGBT y sus familias. Por ejemplo, celebrando el día de las familias en lugar del día del padre o de la madre” (p. 40). Por cierto, padre y madre hay que sustituirlas por Progenitor A y Progenitor B, que, como todo el mundo sabe, ésta de Progenitor es la primera palabra que espontáneamente dice el niño. En mi tierra suelen decir: “no son más tontos porque no se entrenan”.
Recientemente, en Marzo, la Asamblea de la Comunidad Autónoma de Madrid, ha publicado la «Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación» que ha merecido a los Obispos de Alcalá y Getafe el siguiente juicio: “es una ley sustancialmente inicua que regula graves atentados contra el quinto mandamiento de la Ley de Dios, y, en su caso, los facilita respecto al sexto y noveno mandamientos. Se trata, en su esencia, de una ley injusta y, por tanto, a nadie obliga en conciencia”.
La reacción no se ha hecho esperar. El Ayuntamiento de Alcalá ha declarado a Reig Pla Persona no grata. El problema es muy sencillo: ¿se han metido estos Obispos donde nadie les llama o simplemente han cumplido con su deber de Obispos? Aparte de que nuestros obispos no dejan de ser personas y, por tanto, en una democracia pueden opinar, en el 2012 decía nuestra Conferencia Episcopal en su documento “La verdad del amor humano”: “60. No se detiene, sin embargo, la estrategia en la introducción de dicha ideología en el ámbito legislativo. Se busca, sobre todo, impregnar de esa ideología el ámbito educativo. Porque el objetivo será completo cuando la sociedad –los miembros que la forman– vean como ‘normales’ los postulados que se proclaman. Eso solo se conseguirá si se educa en ella, ya desde la infancia, a las jóvenes generaciones. No extraña, por eso, que, con esa finalidad, se evite cualquier formación auténticamente moral sobre la sexualidad humana”.
Pero, ¿y los Papas? San Juan Pablo II condena la ideología de género en la Encíclica “Veritatis Splendor” nº 46, Benedicto XVI en su Discurso a la Curia del 21 de Diciembre del 2012 y el Papa Francisco en su Encíclica “Laudato si” nº 155. Y en su muy reciente (del 8 de Abril) Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” condena el aborto (nn. 42 y 83), la pederastia (nº 45), la eutanasia (nn. 48 y 83), el alquiler de vientres (nº 54), y por supuesto la ideología de género (nn. 53, 56, 153, 251). Es, por tanto, indiscutible el derecho de los Papas, obispos, sacerdotes y laicos, a expresar cuál es la doctrina de la Iglesia referente a estas cuestiones y a las demás. Enseñar la doctrina de la Iglesia es un derecho y un deber, porque “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hch 4,19 y 5,29)..
Pedro Trevijano