Miedo, miedo, miedo… el gran enemigo de la nueva evangelización

Recuerdo siendo yo muy niño aquellas primeras palabras del Pontificado del Beato (pronto santo) Juan Pablo II: «NO TENGÁIS MIEDO»……¡qué maravilloso lema para todos los católicos!

Miedo a no exponer con claridad la doctrina moral de la Iglesia es no pocas predicaciones y catequesis a todos los niveles. ¿Porqué?: porque hay temor a ser catalogado de «anticuado», «tradicionalista», «conservador», «acartonado»....adjetivos todos colocados desde un pensamiento posmoderno que carece de la más mínima idea de lo que es sana Tradición y fidelidad al Evangelio. Un pensamiento que es impuesto desde los medios informativos, partidos políticos, instituciones públicas....etc que increíblemente se han convertido en «garantes» que revisan y evalúan la predicación de los ministros de la Iglesia Católica, y, lo que es peor.....han conseguido que no pocos de estos ministros les reconozcan como legítimos evaluadores.

Miedo a no mostrar el Magisterio de la Iglesia, desde la conformidad con el mismo. Es decir, no se trata de negar el magisterio sino de ¡NO MOSTRARLO!.....como si el mismo fuera de verdad conocido por el pueblo de Dios. El catecismo está ahí, sin duda. Pero....¿se recuerda a los fieles su existencia y sobre todo su vigencia?.....¿o más bien se cae en el error de no mostrarlo con la excusa de que cualquier fiel puede acceder a él?; y con el catecismo enlazamos todo el magisterio católico, al menos el más reciente. Miedo a romper la ignorancia de los fieles......y miedo de raíz muy diabólica: «dejémoslos en la ignorancia para que no sientan culpabilidad moral» (es un pensamiento inconsciente pero REAL). Terrible: el gran triunfo de Satanás es conseguir que el ser humano no se sienta culpable de nada, pues así no ha de arrepentirse delante de Dios.

Miedo a incluir la exhortación en las homilías. Miedo a remover las conciencias de los que acuden a Misa y que en el fondo desean formar sus conciencias en la verdad desenmascarando las mentiras. No pocas homilías (ésto me lo han expresado a mi muchos fieles) son «refritos» de la Palabra proclamada, sin la más mínima exhortación concreta para la vida moral. Se desea que cada fiel actúe en «conciencia» pero se le priva al fiel de formarse la conciencia, y, de ese modo, se empuja a los fieles hacia un protestantismo práctico de libre interpretación de la Palabra de Dios.

Estos tres MIEDOS aquí expuestos llevan a una petición URGENTE de un nuevo «Syllabus» a nivel de Iglesia Universal. Se requiere con premura un documento «marco» donde sean enumerados todos los errores vigentes en la praxis pastoral (sobre todo en occidente) que proceden del modernismo teológico y que afectan no solo a la moral sino también a la liturgia, exégesis bíblica, escatología (la gran ausente de la predicación), y el resto de las ramas de la teología. Recemos para que esta urgencia se haga real.

Miedo que se confunde con la virtud de la prudencia. Miedo que solo se asienta desde la cobardía y el pecado de omisión que nace de esa cobardía. Miedo que a veces bebe de una causa aún peor: el afán inconsciente de hacer CARRERA en la Iglesia: llegar a ser Cargo Superior, Obispo, Cardenal....y desde ese deseo la valentía aparece como un obstáculo para llegar al objetivo.....¡qué pena!

Miedo, miedo, miedo......el gran enemigo de la nueva evangelización. Recuerdo siendo yo muy niño aquellas primeras palabras del Pontificado del Beato (pronto santo) Juan Pablo II: «NO TENGÁIS MIEDO»......¡qué maravilloso lema para todos los católicos!

 

P. Santiago González, sacerdote

20 comentarios

Ricardo de Argentina
Este es un artículo inspirado.
Es de lo mejor que yo he leído en tiempos recientes.
Mis más sentidas felicitaciones, Padre. Que Dios lo bendiga y lo siga iluminando.
24/02/14 11:14 PM
Luis Fernando
Estamos teniendo problemas con la recepción de comentarios. Perdonen las molestias.
25/02/14 12:19 AM
carmen
Es cierto todo lo que dice el P. Santiago. Parece que en la Iglesia hay consignas: Ya hace tiempo que no se habla de los Novísimos...¿ Paras no crear conciencia de pecado ?...pero sino se alerta sobre el pecado y el arrepentimiento a través de la confesión se pone en peligro de condenación a muchas almas...Esto es lo mas terrible. Hoy se va a Misa y hay que "soportar las homilias". Hoy ya no se habla de la palabra de Dios. Se habla de política, de cosas sociales,de la pobreza..pero de la Palabra de Dios, nada, de arrepentimiento...nada. "Todo está muy bien. Hay que ir con los tiempos..pues lo que antes servía, hoy se ha quedado anticuado...! Que Dios nos ayude a ser fieles en estos tiempos tan duros, pues muchos seran engañados !
25/02/14 11:59 AM
José Luis.
Podríamos decir que tenemos miedo al mismo miedo. Pero es verdad. ¿hablan los catequistas sobre los Novísimos a los niños que preparan para la Primera Comunión?
Alguién pensará, pobres niños hablar de esas cosas, siendo tan pequeños....Les recuerdo que yo hice la Primera Comunión con siete años, hace más de cincuenta.
Y así cosas tan sencillas, que todos aprendimos siendo niños y que ahora, en cierto modo se ocultan por miedo.
25/02/14 12:45 PM
Juan Mariner
Sí, miedo, pero ¿pueden liderar la Nueva Evangelización aquellos que han desevangelizado antes?
25/02/14 1:55 PM
Roberto
En la Iglesia se supone que todos estamos llamados a evangelizar, cada uno en su campo y situación vital, en su estado de vida y en medio en donde uno está y vive. Si uno pertenece a la Iglesia y no evangeliza ,¿para qué está?.

Hasta aquí, bien, lo que ocurre es que la realidad es bastante complicada y puñetera, y creo que si no evangelizamos más, no es por falta de ganas de dar testimonio, sino por prudencia de que no te entiendan; y es que lo lógico es que no te entiendan si hablas de fe o de Religión.
Es cierto que los seglares tenemos miedo por diferentes motivos (a veces tampoco somos coherentes con nuestra fe), pero más que miedo es la reacción de la incomprensión.
Al final, te ven como "buena persona", pero poco más.
25/02/14 2:14 PM
María-Ar
Exelente artículo!!
Reconfortante!!

Gracias Padre Santiago!
26/02/14 11:14 AM
elba
Exelente artículo!!....esto nos lleva a pensar a muchos que no estamos equivocados ,porque como bién dice, si uno expresa las cosas como son, lo catalogan de ortodoxo,ó Lefebrista...hay que modernizarce decía un DIÁCONO PERMANENTE en una reunión pastoral refiriéndose a que al chico en catequesis no se le puede "asustar" diciendo a cada rato que todo es pecado,ya el(asi decia) se va a dar cuenta solo de lo que está mal ó bién de acuerdo a como reaccionen los demás...nadie dijo nada,para no pasar por anticuado como dice el articulo...en ese momento le pregunté para que estaba la confesión entonces ,y desvió la pregunta siguiendo con otro tema,después otro día a solas me dijo que no se supo expresar bién,pero para mi,tendría que haberlo dicho en otra reunión porque muchos quedaron con su idea.Hay que rezar mucho para que nos formemos más,y para que no tengamos miedo de que nos cataloguen de ser poco modernos.Paz en Cristo.
27/02/14 6:05 AM
ema
Muchísimas gracias por su texto. Como creaturas imperfectas somos pecadores, lo sabemos. Pero tenemos que saber lo que es el pecado para poder actuar libremente porque Dios no nos ha hecho títeres y nos ha dado la libertad de escoger el camino del pecado o de la virtud. No explicarlo claramente es lo peor y quizás se pudiera hablar de otra forma disfrazada de herejía, confortarnos en el sentido de la predestinación luterana al pecado
Para no asustar a los niños, hay que decir la verdad, somos creaturas de Dios entonces tenemos algo de Dios en nosotros y el apoyo y la gracias de Dios, pero como creatura somos imperfectos, y tenemos que luchar contra el pecado.
Para que un niño no toque una cacerola de leche hirviente, hay que decirle “cuidado”, es igual con el pecado. Hay mucho que decir sobre el catequismo actual y las personas que lo enseñan…a pesar de ser, sin duda, buenas personas, faltan de formación.
27/02/14 11:34 AM
Antoni
Excelente artículo, pero me temo que no cambiará nada. A continuación un pedazo del libro "Recuperar la fe en dos días" sobre el mismo tema de Don Santiago, que tampoco va a cambiar gran cosa: "Para compensar el olvido sobre este tema, que hemos sufrido durante tantos años, no estaría nada mal declarar un Año de los Novísimos después del Año de la fe, por quien tenga autoridad para hacerlo, sea el obispo de Roma o el de Filadelfia, y para dar respuesta a un clamor general. La gente quiere saber, con razón, qué hay y qué nos espera después de la muerte. Si hay infierno o no. Cosa que por otra parte debería de ser evidente porque si ya tenemos mil infiernos en este mundo, ¿por qué no puede haber uno en el otro? ¿No se trata del mismo Dios aquí que allí? ¿Si en la Tierra lo consiente y de qué manera, no lo consentirá en la otra vida? Y ya sabemos por la metáfora del rico Epulón y el pobre Lázaro que allí los protagonistas o actores, si puede decirse así, no serán los mismos que en los infiernos de la Tierra.
27/02/14 3:07 PM
perallis
Recemos para que haya muchos más sacerdotes con su clarividencia.
El artículo Reclinator,io Si gracias creo que ha sido fundamental para que mi parroco se haya comprometido en poner un reclinatorio en nuestra parroquia. Que Dios les bendiga.
Animo a todos los sacerdotes. Los fieles los necesitamos con esta disposición y entrega al Evangelio.
27/02/14 5:29 PM
abuelajuana
Gracias por sus palabras Padre Santiago. Son muy verdaderas.

Todos sentimos miedo a veces de enfrentar a las personas que con mucha soberbia creen estar en su verdad chiquita y caprichosa. Nos duele que nos llamen homofobos y conservadores y lo que está muy actual, que somos intolerantes con los intolerantes.
Tenemos que rezar mucho para tener el valor de mostrar a Cristo en público y dar testimonio.

Yo propongo un rosario diario por esas intenciones.
28/02/14 12:05 AM
Gonzalo
Buen artículo, salvo el penúltimo párrafo que habría que matizar. ¿alguien ha conocido alguna vez a un sacerdote ordenado que quiera hacer "carrera" en la Iglesia, Yo, nunca, salvo, lógicamente, en las series de "ficción" y las películas, pero no en la vida real.

Como dijo en su momento el padre Verdoy, el miedo a predicar empezó a partir del Concilio Vaticano II. Y yo digo que durante el pontificado de Benedicto XVI se recuperó, en parte, la valentía, pero a partir de hace aproximadamente un año, han vuelto las dificultades.
28/02/14 1:03 PM
Pedro Ardués
No digo que en algunos casos el miedo a ser catalogado con esos epítetos pueda ser la causa; pero eso es en un porcentaje pequeño, en mi opinión. Creo que, lamentablemente, con mucha más frecuencia está causado por una mala formación de fondo, por no tener el Cielo como meta, por tener una pobre o nula vida espiritual,...
1/03/14 5:25 PM
antonio arias crespo
En mi modesta opinión, el miedo a evangelizar, fundamentalmente, reside en que para hacerlo debemos creer que necesitamos ser maestros en la materia, mientras todo lo que se precisa consiste en ser testigos de la resurrección de Jesucristo y tenerlo a Él como centro de la vida personal. Decirle a alguien que Dios lo quiere como es, y de manera gratuita, no precisa de un paso por la universidad ni por el seminario; basta y sobra con vivir –o al menos desear de corazón– el evangelio. Para mí es así de sencillo.
1/03/14 6:14 PM
Martin
Padre, pregunta que no tiene que ver con el tema tratado pero estoy en busca de respuestas por muchos lugares,... en la confesion usted insta a los fieles para que digan numero de veces del pecado cometido ? He visto que el catecismo asi lo indica pero los pocos casos que conozco esto no sucede... entonces no me queda claro si es algo que *debe* realizarse o no?.... En caso positivo, que hace si un fiel al confesarse no lo realiza? Lo corrije ? Gracias por adelantado.
1/03/14 10:24 PM
Santiago González
Respondo a Martín: Si lo hago, pero siempre con la debida prudencia, sin atosigar pero a la vez procurando que se forme la conciencia. Hoy día muchas personas confiesan con una nula preparación, y por eso los sacerdotes hemos de estar preparados y muy despiertos para no ser meros "oyentes". Yo procuro formar a los fieles para que se preparen bien la confesión y, de ese modo, no sea necesario hacer preguntas durante la misma. Pero mientras esa preparación no sea buena, creo que el sacerdote debe prestarse a ayudar al penitente para limpiarse bien por dentro. Un penitente ha de confesarse de lo que en conciencia tiene como pecado. Pero es deber del sacerdote formar esa conciencia teniendo como base el magisterio de la Iglesia y su aplicación a las circunstancias personales. Creo que con esto le respondo.
2/03/14 9:15 AM
Martin
Lo hace, se agradece.
2/03/14 5:39 PM
José Luis
Es importante superar esos miedos, cuando anunciamos a Cristo debemos complacerle a Él. Porque es Cristo quien nos ha redimido. La oración intensiva nos hace crecer a vivir en la medida de Cristo, dando muerte a nuestra antigua vida del hombre viejo, vida de pecado.

A veces se teme molestar, pero el Papa dijo en una ocasión que debemos pedir a Dios la gracia de molestar, pero no es molestar por molestar, sino para vivir completamente unido al Amor de Cristo, habrá personas que se molesten, pero es Cristo quien nos ha redimido y nos ha puesto en camino de la salvación eterna, por la que necesitamos perseverar siempre: en la Voluntad de Dios.

Gracias por la reflexión P. Santiago, es un buen remedio, para poner fin a los vanos temores.
3/03/14 10:09 AM
carlos
Excelente!!!!!!!!
13/03/14 5:26 PM

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