–Una jauría de lobos asola los bosques de Katyn, por lo que el mando alemán ordena eliminarlos en 1942. Y el destacamento encargado de la cacería encuentra semienterrados numerosos huesos humanos. Aquello fue el principio del descubrimiento de las fosas de Katyn, donde fueron asesinados por los soviéticos, cuando eran aliados de los nazis, 22.000 polacos pertenecientes a la oficialidad del ejército, a la policía y a la intelectualidad polacas. Polonia había sido invadida por oriente y occidente a la vez, gracias a la alianza de nazis y comunistas, que habían suscrito mediante el pacto germano-soviético, en el que se fundieron dos ideologías distintas pero con la misma moral. Hoy ya sabemos la verdad, pero entonces y una vez que se rompió la alianza, Katyn se utilizó como propaganda política por nazis y comunistas culpándose unos a otros de la matanza, e importándoles muy poco a los dos antiguos aliados los polacos asesinados, porque de lo que se trataba era de sacar una renta política a costa de la muertos.
Pues bien este es el recuerdo histórico que me viene a la memoria, después de leer un artículo de Antonio Torres, presidente de la Red Madre, un escrito por el que, sin duda, tendrá que arrepentirse el resto de los días de su existencia. Conozco personalmente a Antonio Torres y no dudo de sus buenas intenciones, porque es una buenísima persona. Pero el problema es que, como además de buenísima persona, es presidente de la Red Madre no puede pedirnos que pongamos nuestra esperanza en las promesas provida del Partido Popular, ni afirmar que Gallardón ha hecho unas valientes declaraciones a favor de la vida, porque eso equivale a instrumentalizar el aborto y apoyar la política abortista del Partido Popular, mediante el engaño y la manipulación realizada desde la atalaya moral de la presidencia de la Red Madre. E insisto, que Antonio Torres no es malo…, pero el asunto es que el agua bendita también es muy buena, pero no sirve para freír huevos. ¡No, no, y no…!, el presidente de la Red Madre no puede justificar la política abortista del Partido Popular.
Y se me podrá reprochar que Antonio Torres no es el único en utilizar esta táctica, que casi todas las organizaciones que oficialmente se declaran defensoras de la vida así lo hacen. Y desgraciadamente no tendré más remedio que darles la razón; por este motivo siendo yo uno de los primeros activistas provida de España, abandoné a las organizaciones presuntamente defensoras de la vida, cuando comprobé que su posibilismo en unos casos y razones más bastardas en otros, como recibir subvenciones, les empuja indefectiblemente a acurrucarse a la sombra del poder y a olvidarse los niños concebidos. Y es que, como pretende Antonio Torres, no tiene sentido tratar de convencer a la opinión pública de que el PSOE es abortista y el PP –dos partidos con ideoligías distintas pero con la misma moral antivida– es provida, porque decir que el PP es provida no es que sea una mentira, es la gran mentira moral que está aplastando la conciencia de tantos españoles, como esas toneladas de tierra que taparon los crímenes de Katyn, para que encubierta la autoría se pudiera utilizar a los muertos como arma política. Casi igual como algunos hacen con el aborto en España, con la diferencia de que en la masacre de Katyn fueron 22.000 los asesinados, y en nuestra patria con la connivencia de casi todos los movimientos pro vida -tan integrados, queridos y jaleados por el sistema- los seres humanos descuartizados en el seno de sus madres se cuentan por cientos de miles.
Javier Paredes, Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcala
Publicado originalmente en Diario Ya