Hace sólo unos días desde El Corte Inglés se nos invitaba a celebrar San José, el patrono de la Iglesia.
Por supuesto El Corte Inglés quiere que todos celebremos la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo,
Y más aún que celebráramos su Epifanía (Reyes Magos).
Unos días depués, por ejemplo, en mi ciudad, nos incitaba a que festejásemos San Valero, su patrono, de forma análoga a como hace con el resto de santos patronos.
Etc., etc,,,
El Corte Inglés se apunta a cualquier festividad cristiana. Pero su cristianismo es de caja registradora.
El Corte Inglés no tiene ningún reparo en atacar la sociedad cristiana y sus manifestaciones de celebración comunitaria, agrediendo los sentimientos y convicciones de la mayoría católica.
El Cortes Ingés no tiene ningún reparo en romper la sacralidad de los principales días de la sociedad cristiana en que se conmemora la muerte sacrificial de Cristo por la salvación del Hombre.
Ahora anuncia que abrirá en Jueves y Viernes Santo en Madrid
(Se puede confirmar llamando al tfno. de atención al cliente 901 122 122)
En otras anotaciones tocábamos el asunto desde el punto de vista de la Doctrina Social y sus consecuencias sobre los derechos laborales, la estructura familiar, las consecuencias económicas, sociales y laborales, que degradan la calidad de vida de los trabajadores, quiebran la convivencia, obligando a que el hombre sujete su forma de vida a los calendarios laborales, etc...
El Corte Inglés es una empresa paradigmática en España, por su presencia nacional en todo el territorio, su trayectoría, por su envergadura económica, por su relación directa con sus clientes, por presencia publicitaria y con una imágen excelente porque a través de esa presencia publicitaria y los ingresos que da a los media, notable en los grandes pero también incluso a los micromedia no tiene críticas.
El Corte Inglés es muy representativo de la deriva desde el libre mercado hacia el capitalismo que está teniendo la economía en la España sometida al Sistema partitocrático liberal relativista.
Y representa la postura de la patronal amarilla del Sistema que desprecia las conmemoraciones religiosas
Pero El Corte Inglés puede abrir el Jueves Santo y el Viernes Santo, agrediendo la sensibilidad de los católicos, porque se lo permite la legislación laboral y comercial del partido abortista de derechas (PP)
El Corte Inglés, con la misma dirección y políticas comerciales, no abre en otras regiones porque no se lo permite la legislación (puede verse en su web en el cuadro de apertura de sus centros comerciales).
Europa, a pesar del intento de laicización forzada que quiere imponer la clase política al servicio del NOM, tiene un substrato de cultura cristiana y la mayoría de los festivos tienen un origen religioso.
El empeño del Sistema, aprovechando la avaricia de muchos dirigentes empresariales, en que se trabaje en festivos, de origen religioso principalmente, es una forma de procurar desacralizar el calendario y, como consecuencia, la sociedad, robando de la «conciencia colectiva» el sentido de una celebración comunitaria con motivo religioso.
Se ignoran las conmemoraciones religiosas, ocultando sus celebraciones públicas y dificultando el cumplimiento de los deberes litúrgicos, tentando con otras actividades o impidiéndolo a través de los horarios de trabajo, así como queriendo degradar la centralidad de las mismas (no es lo mismo celebrar la festividad de Santiago con una Misa Mayor a las doce, con procesión por el centro de la población, que acudir a la iglesia, tras el trabajo, a las 20:30 horas).
A esto contribuye el bajo nivel de tensión religiosa que se ha impuesto en esta sociedad y que tiene como resultado que cualquier obstáculo que se plantee proporciones una «excusa» para que se posterguen los deberes religiosos.
La apertura de comercios en festivos, no solo es una más de las medidas que el Sistema toma para que se impida la santificación de las fiestas a nivel individual, creando las condiciones laborales que impidan a la persona la libertad de cumplir, sino que quiere eliminar de la costumbre social la celebración comunitaria de las festividades religiosas con las correspondientes consecuencias de «laicificación» y de perdida de espacios públicos para la Trascendencia.
Una propuesta: En la medida en que sea posible hacer las compras en días no festivos religiosos, por ejemplo entre semana, los sábados, el día del estatuto, el seis de Diciembre, etc...
Premiar a las empresas que guardan las festividades de caracter religioso y, en igualdad de condiciones, hacer las compras en ellas.
Y por el contrario penalizar a las empresas que desprecian la sensibilidad católica y abren en festivo.
Y hacer llegar información de este comportamiento a las direcciones de las empresas, p.e. a través de los buzones de sugerencias, el correo electronico, etc.
Manuel Morillo