Adiós a los años de Hanna Montana, que parecen ya un sueño. Fueron sus momentos infantiles, poco maduros. Pero también constituyeron el inicio de su fama, lo que le lanzó al estrellato, dentro de la fábrica Disney. Desde entonces, y gracias a su primer single rebelde, I can't be tamed, Miley Cirus ha dado un giro radical y total a su carrera.
Siempre me han entristecido la vida de estos artistas que inician muy jóvenes, incluso niños, sus carreras artísticas. Son muchos los que caminan desde el éxito desmedido al fracaso personal: algunos finalizando en una tragedia sin solución.
Pero hoy, Miley me ha sorprendido. Y no, no fueron sus actuaciones o las polémicas que, tristemente, se van haciendo cada vez más repetitivas. Lo que me impresionaron fueron sus palabras en una entrevista realizada en el programa de televisión dirigido por Amanda Cadenet, en donde la ex cantante Disney habla sobre el sexo. Deshinibida y abierta, se mostró dispuesta a compartir su experiencia en este campo.
Fueron muchas cosas las que dijo. Pero en un momento dado soltó una frase que, creo yo, tiene una particular fuerza: «El sexo es algo maravilloso. Es la única manera que podemos crear, y es la única forma de expresar lo que sentimos sin palabras».
Dicho así, yo no podría estar más de acuerdo con ella. Porque, creo que sin darse cuenta, Miley subraya las dos facetas que toda relación sexual debe tener: la unitiva ("es la única forma de expresar lo que sentimos sin palabras") y reproductiva ("es la única manera que podemos crear"). Y, justamente por eso, el sexo es maravilloso. Cuando una de las dos desaparece –o por lo menos no se tiene en consideración– es cuando se banaliza ese don que Dios ha regalado a la humanidad: un don para comunicarse de modo total con la persona amada y para compartir el poder creador que Dios tiene.
Pero, ¿cómo transmitir esto a una sociedad que ve el sexo como un juego del fin de semana? Increíblemente, es la misma Miley la que da la solución: «Es lamentable no hablar con sus hijos sobre sexo o hacer que parezca como algo mágico, como lo que realmente es». Porque son los padres los primeros responsables de esto, los que deben hacer educar a sus hijos sobre la responsabilidad que conlleva donar la propia intimidad a los otros. Y es que si no lo hacen ellos, será el televisor el que lo haga...
Y aquí es donde llega el momento de mi desacuerdo con Miley. Al final de su entrevista, ella propone justamente los medios de comunicación de hoy como un elemento para educar en la sexualidad: «Los niños tienen un televisor para que sepan qué es el sexo. Así que debemos educarlos y hacerles saber que es algo bonito y que es cuando consigue conectar con alguien».
Pero, ¿qué imagen se da del sexo en la televisión? Más aún: ¿qué imagen da ella misma de la mujer? Y es que es muy fácil decir las cosas y otra vivirlas. Sobre todo en un mundo como el de Hollywood.
Sí, el sexo es algo maravilloso. Por lo mismo, es algo que debe cuidarse y elevarse: darle el significado que realmente debe tener. Si no, se cae en la caricatura que nuestra sociedad no deja de darle, una en la que personajes como la pobre Miley son sus primeros protagonistas.
P. Juan Antonio Ruiz J., LC