Varios periódicos del mundo publicaban en los últimos días de septiembre de 2010 una noticia extravagante sobre la celebración de una misa en twitter a la que se habría “bautizado” como twitterdienst.
Así, por ejemplo, el titular de El Universal (México), uno de los diarios on line más leídos a nivel Iberoamérica: “Holanda organizar primera misa en Twitter” (cf. 28.09.2010). O está el caso de La Vanguardia (España) con el titular “Holanda, el primer país en decir misa… en Twitter”. El argentino La Nación, por último, ofrecía la siguiente cabecera “Holanda, el primer país del mundo en decir misa por twitter” (cf. 28.09.2010).
Twitter es una plataforma para redes sociales que se ha convertido en un éxito mundial gracias, en buena parte, a su funcionamiento sencillo. Twitter es un neologismo del verbo inglés tweet, que significa piar. De ahí también la imagen del pajarillo azul que es el símbolo de la empresa.
La dinámica de twitter es simple: hay receptores y emisores. Los segundos pueden enviar mensajes no superiores a 140 caracteres (tweet) a quienes han elegido seguirlos. Los primeros (followers), reciben esos mensajes, si bien también pueden convertirse en emisores. En esta sencilla metodología consiste twitter.
Su éxito estriba en lo multifacético y polivalente que resulta: bien podría compararse con un SMS (si bien twitter es masivo, por internet, y además no cuesta. Incluso se han elaborado aplicaciones para que funcione en I-Phone y BlackBerry.
Con titulares como los mencionados más arriba el lector puede pensar que las misas en twitter son posibles o, si está un poco más formado, que ha sido una ocurrencia de algún “católico” despistado.
Fue el diario Het Parool quien divulgó inicialmente la información y en ella se especifica claramente que se trató de un “servicio religioso” en el que se rezó, se meditó y se charló animadamente sobre cómo usar las redes sociales para transmitir el mensaje religioso y espiritual". Y también dice que en el servicio religioso participaron cristianos de diversas denominaciones, budistas, musulmanes e incluso personas que no creen.
Una cultura general de mediano perfil nos ayudaría a recordar que las misas son, propiamente, las celebraciones de los católicos donde se celebra la Eucaristía y, además, precisan de un sacerdote ordenado.
De acuerdo a las normas de la Iglesia católica, la administración en general de cualquiera de los sacramentos no es posible en internet: “No existen los sacramentos en internet; e incluso las experiencias religiosas posibles ahí, por la gracia de Dios, son insuficientes si están separadas de la interacción en el mundo real con otras personas de fe”, dice el número 9 del documento La Iglesia e internet, del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, del 28 de febrero de 2002.
Desde luego que es estupendo que se usen las nuevas tecnologías para acercar al encuentro real con Dios a las personas. Pero en el campo del periodismo, los encabezados de los periódicos citados, y de tantos otros, nos remiten una vez más a la constatación de una falta de formación en periodismo religioso en el que una pincelada elemental evitaría fallos de titulares y un poco más de mesura y realismo.
Jorge Enrique Mújica, LC