Debo confesar que a menudo he perdido el tiempo siguiendo el programa «Reason and Theology» (ndt: Razón y Teología) de Michael Lofton, este hombre grande con una pequeña barba (que haría bien en ocultar su tatuaje cuando habla como teólogo), he sido llevado por la curiosidad a escuchar los hilarantes disparates que dice. Esta vez, sin embargo, vi que me estaba criticando. Con gran seriedad, se escandaliza de que yo, que insisto tanto en la hermenéutica de la continuidad, ahora me atreva a criticar la «Fiducia supplicans» (26-06-2024).
Esto significa que el Sr. Lofton ni siquiera sabe distinguir el diferente valor de los pronunciamientos que vienen de Roma. Si mal no recuerdo, el Sr. Lofton ha confesado a veces que no es teólogo, pero me parece que entiende menos que cualquiera de mis catecúmenos la autoridad diferenciada de los documentos vaticanos. Hablo de la hermenéutica de la continuidad cuando se trata de los Concilios Ecuménicos, el más alto grado de autoridad del Magisterio.
La Declaración «Fiducia supplicans», en cambio, es obviamente obra del Eminentísimo Tucho, aunque esté rubricada por el Papa Francisco. Me atrevo a decir rubricada porque hace unos años, en respuesta a la misma pregunta sobre la licitud de bendecir a parejas homosexuales, el Papa firmó una Declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y allí la respuesta era «No», mientras que ahora la respuesta es «Sí». Me atrevo a decir «rubricada» también porque, en la «Fiducia supplicans», así como ya en la respuesta a nuestras «Dubia» antes del inicio del Sínodo, no puedo oler el aroma del Papa Francisco. Huelo en cambio la pluma del Eminentísimo Tucho, que habría hecho mejor en seguir otra carrera (en ese otro género de literatura, quiero decir).
Se dirá que el Sr. Lofton está defendiendo al Papa, y nadie puede culparlo por ello, pero estoy seguro de que sus tonterías no ayudarán al Santo Padre de ninguna manera.
Estoy perdiendo estos minutos de tiempo, no para defenderme de las acusaciones del Sr. Lofton, sino para invitar a quienes frecuentan su sitio a dejar de perder su tiempo y quizás también su dinero.