Breves reflexiones sobre las declaraciones de Monseñor Scicluna
1- Una realidad tan importante como el celibato sacerdotal no puede ventilarse en unas declaraciones periodísticas. A quien es secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, se le pide una prudencia exquisita.
2- A propósito de «Fiducia supplicans» hay quienes han considerado temerario el hecho de que se hayan expresado críticas a un documento emanado de la Santa Sede. El Papa San Pablo VI escribió una encíclica sobre el celibato («Sacerdotalis caelibatus «). Una encíclica tiene un valor magisterial muy superior a una declaración de un dicasterio. Pregunto: ¿ «Fiducia supplicans» es intocable y «Sacerdotalis coelibatus» puede ser cuestionada? ¿Quienes piden adhesión a «Fiducia supplicans» pueden manifestar desafecto a «Sacerdotalis caelibatus»?.
3- Pareciera que, siguiendo los métodos de «Fiducia supplicans», se quisiera decidir, eludiendo la colegialidad episcopal y el sensus fidelium, de forma absolutista, sobre un tema tan trascendental. ¿Sinodalidad se ha convertido en prepotencia?
4- Claro que hay fallos en la vivencia del celibato. Pero eso no implica eliminarlo, sino ver cómo se puede vivir mejor. También hay fallos en los matrimonios: ¿vamos, por ello, a eliminar la indisolubilidad matrimonial?.
5- Adoptemos medidas para mejorar la vivencia del celibato:
- Intensifiquemos la oración, porque sin ella no es posible el celibato. ¿Las crisis en este campo no se gestan en una vida deficiente en oración?
- Profundicemos, estudiemos, reflexionemos para entender mejor este don.
- Que se cuide mejor la selección de candidatos al sacerdocio.
- Que se mejore la formación de los seminaristas.
- Y que los sacerdotes reciban una adecuada formación permanente.
No se trata de tirar por la borda un don precioso, sino de acogerlo y cuidarlo.
6- Detrás de este planteamiento revisionista de un don tan grande, se vislumbra una actitud de pesimismo antropológico. Y es que sin una profunda visión sobrenatural todo queda desdibujado. Tal vez lo que haya que revisar sea nuestra fe, nuestra experiencia real de Jesucristo, nuestra esperanza en la gracia de Dios. Sin intimidad con Cristo, sin vida contemplativa, todo se torna cuestionable.
7- Y una última pregunta: Después de «Fiducia supplicans», de estas declaraciones sobre el celibato, de unas palabras ambiguas hace meses sobre la eutanasia… ¿nos aguarda alguna otra sorpresa?