«No darás falso testimonio ni mentirás»

«No darás falso testimonio ni mentirás»

Para Santo Tomás «El mal moral es una privación del orden debido en la voluntad libre y en su acción correspondiente respecto a las normas del orden moral». Si el mal es una ausencia de bien, podríamos decir que el mal ausenta del bien eterno.

La mentira es «el tapón de la ignorancia», porque si supiéramos lo que nos conviene no tendríamos necesidad de mentir. Ignoramos el beneficio a corto, medio y largo plazo de decir la verdad, porque no es que sea bueno decir la verdad por un período de tiempo, sino que en ese tiempo, hacer la verdad implica ser verdaderos y auténticos, y esto conlleva un beneficio. Un ejemplo es el niño que miente escondiendo las notas, confiesa que ha mentido a sus padres, pero no comprende aún que lo peor no es la mentira, sino lo que indica o tapa esta mentira. Lo malo no es esconder las notas, lo malo es no haber llevado al día el estudio durante todo el año. Obviamente la mentira es mala porque se vuelve compleja, no es suficiente una sola, hay que tejer una red para atrapar lo que se busca.

El falso testimonio es realmente grave porque consiste en hacer daño a otro en beneficio propio, o para no responder de las trasgresiones (tapándolas) mediante la mentira (pensando que es un beneficio) y algunas veces por dinero, acompañado de la pusilanimidad de no asumir las consecuencias de los propios actos, no dar la cara, porque el que miente manifiesta cobardía. Por eso da lo mismo que esto lo haga incluso un obispo, un padre de familia o empresario, porque no es la posición del cargo lo que le hace ser maduro. La madurez es hacer la verdad, es configurarse con el orden de quien lo ha creado todo. Esto no se hace amando a lo Frank Sinatra (a mi manera[i]) sino a la manera de Cristo de forma ordenada, en el orden del amor, sin orden no hay amor, y si hay amor, no puede realizarse, se ve frustrado.

Para Santo Tomás «El mal moral es una privación del orden debido en la voluntad libre y en su acción correspondiente respecto a las normas del orden moral». Si el mal es una ausencia de bien, podríamos decir que el mal ausenta del bien eterno.

Este mandamiento ya no solo de la mentira, sino de lo que implica el falso testimonio, se ve gravemente atentado por la codicia y la cobardía, que nace del aislamiento empático hacia el Bien común, que da lugar a lo que hoy llamamos Fake News, con todos sus voceros negacionistas de la verdad, en primer lugar, con un atentado irresponsable a sus vidas y hacia los demás, negando al Padre, al Hijo yal Espíritu Santo. Porque ni entran ni dejan entrar: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis el Reino de los cielos a los hombres! Porque ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que quieren entrar» (Mt 23,13-15). Éstos participan de una estructura de pecado, en la cual siempre habrá quien vaya pasando y ocupando el lugar del que se va, para hacer el mismo engaño. Y es por esto que se engañan diciendo: «si no acepto el soborno, lo hará otro, no es culpa mía que exista el mal», dando a entender que niegan la recompensa de la verdad eterna, participando del negacionismo estructural del mal común.

Es curioso, pero ¿no son los ladrones, los que necesitan la verdad? Todos necesitamos la verdad, el problema es para qué la queremos. Necesitamos conocer la verdad tanto para hacer el bien, como para hacer el mal. Este es el drama, sabemos lo que hacemos, aunque sea por instinto de supervivencia, porque los mandamientos son de ley natural, y de eso nos libró Jesucristo, del miedo a la muerte. Es precisamente por lo que Sansón acaba diciendo la verdad a su amada, al igual que Jesús, cuando reconoce su divinidad ante el sanedrín«Entonces Dalila dijo a Sansón: «Te has reído de mí y me has dicho mentiras; dime pues, por favor, con qué habría que atarte». Él le respondió: «Si me amarraran bien con cordeles nuevos sin usar, me debilitaría y sería como un hombre cualquiera». Dalila cogió unos cordeles nuevos, lo amarró con ellos y le gritó: «Los filisteos contra ti, Sansón». Tenía ella hombres apostados en la alcoba, pero él rompió los cordeles de sus brazos como un hilo» (Judit 16,10-12). Este bien podría ser un ejemplo profético de como Jesucristo se entregó por nosotros aun cuando no le amábamos. Al igual que Sansón atado por las manos a las dos columnas destruyo el templo de Dagon[ii], así será cuando Jesucristo ante el último desencadenante del falso irenismo, tire de esas columnas, que representan el amparo bajo la estructural del mal, y haga temblar la tierra por última vez.

Como norma general, los niños se confiesan de decir mentiras simplemente como algo malo y se absuelve sin más. En la confesión, en la catequesis o los mismos padres, según los niños van creciendo, tienen que comprender por qué han mentido y que no es suficiente confesarse de mentir, sino que la mentira es de por sí, la ocultación de la materia de pecado. La mentira es la renuncia psicológica (el engaño a uno mismo) a hacer el bien que debo en cada momento, que si no se trata, se convierte en una mentira patológica, sobre todo de los «psicólogos que dicen que la mentira es síntoma de inteligencia».

La mentira no excusa ni rebaja la materia de pecado; todo lo contrario, la agrava. Porque el pecado no es únicamente un juicio después de la muerte, sino que impide la madurez y el desarrollo de la persona: «Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres» (Lc 2,52). En cada tiempo del desarrollo de la persona es necesaria una educación.

El criterio para calificar un acto como bueno o malo, según Santo Tomás, pasa por examinar los principales elementos de la acción humana: objeto, fin y circunstancias. El objeto da a la acción su especie moral, y a partir de esa especie, se puede determinar si una acción perfecciona a la persona acercándola a su fin, o al contrario, si la daña, alejándola de su fin (Cf. Cuestión 18 de la I-II de la Summa Theologiae).

¿Quién no ha mentido alguna vez? Ahora eso no es lo importante, da igual la edad que uno tenga, se puede nacer de nuevo, uno puede empezar a gatear por el mundo como un bebe, con alegría e ilusión, con el interés de Jesucristo sobre uno mismo y los demás, sin renunciar a la experiencia vivida, pero con la in-formación que le falta, la presencia del Padre eterno que nos da la mano y no sólo nos guía en nuestro caminar, sino que nos expande la razón mediante la fe, que es simplemente ver cómo la complejidad de la realidad se unifica, y con-formándonos con lo que somos, imagen de Dios. Este Padre Bueno, de cuya Bondad debería participar todo padre terreno, quiere llevarnos a las alturas en grandes vuelos:

«En tierra desierta lo encuentra, en la soledad rugiente de la estepa. Y lo envuelve, lo sustenta, lo cuida, como a la niña de sus ojos. Como un águila incita a su nidada, revolotea sobre sus polluelos, así él despliega sus alas y lo toma, y lo lleva sobre su plumaje. Sólo YHWH lo guía a su destino» (Dt 32,10-12).

Primero, antes de emprender grandes vuelos, hay que empezar por la humildad, y refugiarse en una aparente y pobre gallina: «¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido!» (Mt 23,37). ¡Qué apariencia de humildad tiene la Iglesia! Si se llenaran las iglesias, sería la solución a muchos problemas, porque es la asamblea, la reunión de los Hijos de Dios:

«Yo soy el camino»: Él quiso serlo y lo fue, en el Edén, en el Desierto, en el Bautismo, identificándose con el Templo y la casa del Padre, añadiendo que ya aquí «hay muchas moradas» «cien veces más casas y hermanos».

«La Verdad»: Para llegar a la meta, dándonos un Paráclito (protector) que nos identifica con la persecución. Tanto en el Edén por los que nos codiciaron, al igual que al salir de Egipto y después del Bautismo, para que fuéramos sus esclavos, alejándonos de Dios.

«Y la vida»: En la Eucaristía, en la que confluyen las tres promesas, que no pueden fallar, unidos a «miríadas de miríadas y millares de millares.» (Ap 5,11) como los hermanos eternos, la persecución por la verdad (martirio) y la vida eterna, la mismísima Eucaristía, Cristo mismo.

 



[i] «I did it, I did it my way Regrets, I've had a few But then again too few to mention (‘Lo hice, lo hice a mi manera, arrepentimientos, he tenido algunos, pero igualmente, muy pocos como para mencionarlos’)».

[ii] Así será el final del esas dos columnas del templo masónico Jakin y Boaz: «Sansón dijo entonces al muchacho que lo llevaba de la mano: Ponme donde pueda tocar las columnas en las que descansa el edificio, para que me apoye en ellas… Sansón tanteó las dos columnas centrales sobre las que descansaba el edificio, se apoyó en ellas, en una con su brazo derecho, en la otra con el izquierdo, y… gritó: «¡Muera yo con los filisteos!» Apretó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los tiranos.» (Judit 16,26-30) Así sucedió también que muriendo Jesús y partió en dos el templo que había sido profanado, dando lugar al único templo, su cuerpo. Porque si había que esperar a la llegada de un profeta, para saber que hacer con los templos profanados, este llego no solo para dar resolución, sino para ser un templo eterno. Y en el Nuevo Testamento: «Su voz hizo temblar entonces la tierra. Mas ahora hace esta promesa: Una vez más haré yo estremecer no sólo la tierra, sino también el cielo.» (Heb 12, 25-26)

9 comentarios

maru
Por desgracia, hoy abunda la mentira en todos los campos. Vivimos rodeados de falsas promesas y de mentiras , por doquier!
21/09/21 8:42 PM
Ramón montaud
Un engaño muy generalizado y aceptado y en la que como padre he incurrido respecto a los hijos, gira en torno a la existencia de los Reyes MaGos, portadores de regalo.
Es un engaño de la que participan hasta los medios de comunicación social.
Claro que mentir es decir lo contrario de lo que piensa con intención de engañar y no creo que sea este el caso, pero que nombre damos a este engaño.
22/09/21 7:16 PM
Juan Mariner
¿Y que me dice de soltar una mentira para contrarrestar otra mentira previa de la parte contraria?
22/09/21 8:56 PM
Jesús Sánchez
Respondiendo a lo de los reyes magos, es fácil que los niños participen del misterio esperando los regalos, esta aparente mentira supongo que es de la modernidad, cuando caen las leyendas y quedan los mitos. Me gustaría pensar cosa que desconozco, que cuando los niños crecen, se les explica que son los padres los que les regalan cosas, porque como dice el evangelio “el que acoge a un niño en mi nombre a mí me acoge”. Así los padres les cuentan, la realidad e ilusión, no que hayan recibido esos regalos como si fuera el mismo niño Jesús, sino que el mayor regalo ha sido la educación y amor cristianos que han recibido, pues han sido acogidos y amados como al mismo Señor, recibidos como una buena noticia al enterarse sus padres que “llegaban” se les acoge como una bendición. Una vez dicho esto se les puede explicar que en su bautismo recibieron como Jesús los tres regalos divinos que el mismo recibió de los reyes magos, en este caso para nosotros el oro de la divinidad al hacernos hijos de Dios, el incienso que representa la oración para poder dialogar con Él y la mirra que es la muerte al mal y al pecado para vivir con, por, para Cristo. Por lo demás decirles que los reyes magos son reales y existieron, profetizados en los salmos “vienen de las islas de Tarsis a pagarle tributos… ” y decirles que lo que han recibido es un don de acogida, pero que son ellos realmente los reyes del «Rey de Reyes y Señor de Señores» al que tienen que servir con lo que Dios previamente concede, “Señ
23/09/21 3:47 PM
H. R. Pacios
De la mentira ya nos instruye Nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio de San Juan, donde califica a los judíos como hijos del demonio por mentir y estar impedidos para escuchar la verdad. El demonio que es homicida desde el principio, es padre de la mentira, y de los judíos. Si lo dice Jesucristo Nuestro Señor, pobre del papa, cardenal, arzobispo, obispo, sacerdote o laico que trate de enmendarle la plana. Pero claro, a ver quién se atreve a predicar en este sentido en la Iglesia de Jesucristo que es Camino, Verdad y Vida.
Mentira es la leyenda negra, engendradora de odio ilimitado durante siglos, por ejemplo. Las que vierten sobre sacerdotes y almas consagradas los enemigos de Dios acusándoles de todo lo peor y de la que ya la novena bienaventuranza debe protegernos y alentarnos. La mentira viene de satanás y solo a él sirve.
24/09/21 5:36 PM
veritas liberabit
Si se me permite, dos apuntes. Uno los "psicólogos dicen... que es signo de inteligencia". Aunque la psicología se dedica en muchas casos a manipular según ideologías y falsas morales, lo que es cierto es que hay un estudio de la universidad de Iowa, de hace décadas, y que cito de memoria, sobre Verdad y Salud Mental, en que concluye la relación entre la mentira y falta de salud mental. Pero incide además la conclusión del estudio en que no sólo es el hecho de mentir sino la negación de la verdad en la propia vida. Estas cosas no se quieren enseñar hoy.
En cuanto al concepto de "Bien Común", que hoy suele ser interpretado como aquello que favorece a la mayoría y que por tanto podría ser coercitivo para el individuo, recordar la definición de Juna XXIII en la "Pacem in Terris": es el "conjunto de aquellas condicones de la vida social con las cuales los seres humanos, las familias y los colectivos pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección" (y la mayor perfección -no lo olvidemos- es la moral). No es por tanto un "colectivismo" para lo que nos interesa, ni menos una justificación de mentiras o inmoralidades.
27/09/21 1:33 PM
Jesús Sánchez
Para veritas liberabit:

Le agradezco la aportación. Totalmente de acuerdo.

Siento no responder a los comentarios, cualquier apunte que clarifique, corrija o añada, siempre será bien venido para mí y los lectores. Gracias.
27/09/21 5:11 PM
Javidaba
3ª parte de la "mentira de la sopa de ajo"
Mi madre, me decía José, pasó poco a poco de una cara de asombro estupefacto a empezar a llorar de risa a carcajada limpia, mientras intentaba decir más o menos entrecortándose: "... ¡y yo me tuve que casar con un forofo de la sopa de ajo, que no sabía cenar sin sopa de ajo.... ¿no dijiste en mi casa que las noches que cenabas sopa de ajo, habías cenado; y si no había sopa de ajo, simplemente te habías nutrido?, ja, ja, ja... y yo preparando sopas de ajo cada dos por tres, con el asco que me han dado siempre!...
Al final, mi padre se levantó, abrazó y besó a mi madre y empezó a reír también, mientras nos contaban todos los detalles de aquella cena "sopiajera"...
A aquellas alturas de su vida, a sus hijos ya nos encantaban las "sopas de ajo" de mamá, y a partir de aquel día, las "exigíamos" con la buenimaligna intención de disfrutarlas y "recordarles" a los dos, los veintitantos años de heroico bendito amor que se habían tenido ocultándose (y mintiéndose) del desagrado por las dichosas sopas de ajo. Dichosas, y benditas desde aquel día, terminaba diciéndome José.
En Carlos y Esperanza, ¿era su intención "mentir" o "amar"?
7/10/21 10:28 AM
Javidaba
2ª parte de la mentira de la sopa de ajo.
Pasó el tiempo, se casaron, tuvieron (creo) nueve hijos, y en los más de veinte años primeros de matrimonio, la "sopa de ajo" al estilo de la bisabuela de Esperanza, fue muy frecuente en aquel hogar.
Mas cuando el cuarto hijo, José, tenía 16 años, presenció la siguiente "trifulca" materno-paterna que me contó, y que requiere un preámbulo, pues la tarde de aquel día, Carlos llamó por teléfono a Esperanza diciéndole que por una complicación en el trabajo, llegaría "para la hora de la cena... y por cierto, ¿qué vamos a cenar hoy?". Acelgas con patatas y ... contestó Esperanza.
Llegó Carlos con el tiempo justo para lavarse las manos y sentarse a cenar, y se presenta Esperanza con su "sopa de ajo" como homenaje al pobre Carlos que "como le gusta tanto" va a aliviarle del disgusto que trae del trabajo...
... ¡disgusto! ... lo que es "disgusto" no era, un "cabreo" mayúsculo el lo que traía mi padre ese día, aunque lo quiso disimular, pero al ver la sopa de ajo, estalló como pocas veces llegamos a verlo:
¡Sopa de ajo", ¡otra vez "sooopiiita de ajo" con el asco que me da... tuve que casarme con una "maestra en la sopa de ajo", cuando en mi vida me gustó...
7/10/21 10:33 AM

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