Si preguntásemos en breves palabras en qué consiste la ideología de género, tendríamos que responder que se trata de una ideología que trata de cambiar el sistema de valores. Su objetivo es la libertad absoluta, sin ninguna restricción de limitaciones naturales o morales. Es decir, no hay ni bien ni mal, ni normas morales. No hay por tanto una moral sexual y se rechazan el matrimonio, la maternidad y la familia, siendo el aborto un derecho de la mujer con el objetivo de reducir la población del mundo, pero para ello la Iglesia es un obstáculo y en consecuencia una institución a combatir.
Y si buscásemos quien hay detrás de todo esto tendríamos que decir que varias de las grandísimas fortunas y Fundaciones multimillonarias como las Ford, Rockefeller, Soros, Bill Gates, el Nuevo Orden Mundial, el feminismo radical, el lobby LGTBI y naturalmente Planned Parenthood. En España cuentan con el apoyo de casi todos los Partidos del arco parlamentario y de la gran mayoría de los medios de comunicación social.
Para reducir la población mundial los dos grandes medios que se emplean son el aborto y las leyes antifamilia. Siempre he creído que, indudablemente influido por el hecho de haber nacido y educado en una familia normal, lo mejor para un niño es precisamente eso: vivir en una familia unida, estable y si es cristiana, mejor que mejor. Pero hoy hay una muy fuerte campaña internacional, promovida por las Organizaciones citadas y unos cuantos Gobiernos que consideran la familia como el peor lugar para los niños y el aborto un derecho de la mujer sin tener en cuenta que el aborto no sólo es el asesinato de un ser humano, sino que además en muchos casos, y en esto tengo la experiencia de sacerdote, destroza la vida de la madre abortista e incluso del varón cómplice.
Alguna de las cosas que voy a decir ahora las he tomado del reciente libro de Alicia Rubio «Feminismo sin complejos» de la editorial Sekotia. No nos olvidemos que los abortos son reivindicados por este feminismo radical de corte marxista como logros suyos. Este feminismo hace uso también de dos herramientas revolucionarias marxistas: la mentira y el fin justifica los medios. Pero dado que la familia es para el feminismo el lugar de enfrentamiento y de lucha entre los sexos y los hijos son un problema, un parásito que le resta a la mujer juventud, belleza y libertad, por lo que para evitarlo la madre tiene como solución el aborto. Pero además el aborto es un negocio extraordinario, que mueve centenares de millones de dólares.
Pero no es sólo el aborto. Como los niños son muy maleables, hay que procurar desde la más tierna infancia educarles en estas ideas, empezando la presunta educación afectivo-sexual lo antes posible, incluso desde los tres años, como señala el proyecto Skolae. ¿Por qué negar a los niños el derecho a disfrutar de sus órganos sexuales y a recibir una educación sexual muy explícita para emanciparles sexualmente? Claro que esto puede tener sus inconvenientes, como cuando un niño de seis años dice que él es chica o viceversa. Pero no hay por qué preocuparse porque las leyes de ideología de género le apoyan. Y es que como el que manda ahí no es precisamente Cristo, sino su Adversario, el Príncipe de este mundo, el Amor es una palabra que no significa nada en la vida de los seres humanos.
Y como lo que molesta a esta gente es la familia, por ser creación de Dios y porque en ella está la mejor solución a los dos grandes problemas humanos: la comida y la afectividad, en estos momentos los Partidos izquierdistas han presentado en el Congreso un proyecto de Ley sobre Pensiones en el que se recorta a las familias numerosas las nada pingües ayudas que les concedía el Estado. Han tenido la decencia de votar en contra PP, CS, Vox y PNV. Por supuesto PSOE y Podemos han votado a favor del recorte. Nunca me he creído demasiado que a estos Partidos les interesase especialmente la cuestión social, pero tampoco hubiese pensado que cayesen en su ignominia tan bajo como para recortar ayudas a las familias numerosas. Pero la realidad es que a la ideología de género le interesa que los niños crezcan en familias desestructuradas para así manipularles más fácilmente. O directamente y todavía mejor, que no haya niños.
Pedro Trevijano