Algunos observadores del Sínodo sobre la familia, ahora en curso, auguran que si los cardenales liberales alemanes no logran alcanzar sus objetivos, éstos harán de cualquier manera su voluntad. Edward Pentin, que se perfila como uno de los periodistas más agudos sobre cuestiones del Vaticano, ha señalado, que los cardenales alemanes planean publicar su propio documento pastoral después de la clausura del Sínodo.
El Cardenal Reinhard Marx puntualizó que las cuestiones acerca del matrimonio, la familia y la moral sexual no se pueden responder durante las tres semanas del Sínodo.
Añadió que espera que el Sínodo tenga como resultado «discusiones más extensas», y que se debe llegar a un texto que «nos conduzca a mayor progreso» hacia una posición compartida en asuntos fundamentales de teología.
Afirmó, sin embargo, que en lo que concierne a la práctica pastoral la Iglesia alemana «no puede quedar a la espera» de declaraciones sinodales, ya que el matrimonio y el ministerio de la familia tienen que ser atendidos de inmediato, según un artículo en Die Tagespost, traducido por el blog Catholic Conclave.
El Cardenal Marx, Arzobispo de Munich y Freising, manifestó que, en cuanto a la doctrina, el episcopado alemán se mantiene en comunión con la Iglesia, pero en lo que concierne a asuntos de cuidado pastoral «el sínodo no puede prescribir en detalle lo que necesitamos hacer en Alemania».
El Cardenal Marx ha afirmado: «no somos una sucursal de Roma», y ha hecho patente que los católicos alemanes seguirán su propio camino.
«Cada conferencia episcopal es responsable de su cuidado pastoral en su propio medio cultural, y debe proclamar el Evangelio expresándolo de su propia manera. No podemos esperar hasta que un sínodo declare algo, ya que necesitamos llevar a cabo aquí el ministerio del matrimonio y de la familia».
El espíritu independentista alemán nos recuerda la disputa entre los Católicos Holandeses acerca de la infalibilidad papal.
En caso de que ya lo hayan olvidado, lo que ocurrió fue lo siguiente. En 1870 ciertos obispos austríacos, suizos y alemanes se manifestaron en desacuerdo con la declaración acerca de la infalibilidad del Papa. De la misma forma que el Cardenal Marx, no deseaban considerarse como una «sucursal de Roma» y encontraron apoyo en el obispo autónomo de Utrech. Desde principios del siglo XVI, la Diócesis de Utrech se había separado gradualmente de la autoridad del Papa a causa de la controversia jansenista, y su obispo empezó a ordenar clérigos y obispos para lo que eventualmente se convirtió en la «Antigua Iglesia Católica» [viejos católicos, veterocatólicos].
(Es de notar que este cisma dio en llamarse a si mismo la «Antigua Iglesia Católica» debido a su lema: «no hemos abandonado a Roma. Roma nos ha abandonado a nosotros». Este es aún el lema bajo el cual la mayoría de los cismas «Católicos» marchan).
Con el correr de los años los obispos de la Antigua Iglesia Católica han ordenado una hueste de obispos errantes y han engendrado docenas de pequeñas iglesias «católicas» independientes. La Antigua Iglesia Católica está, además, en absoluta comunión con los luteranos y los anglicanos, cuentan con sacerdotisas, respaldan los anticonceptivos, las uniones homosexuales y, realmente, las diferencias entre ésta y los anglicanos liberales de la iglesia alta son imperceptibles.
La Iglesia Católica alemana es ya, de manera preocupante, similar a la Antigua Iglesia Católica y a los anglicanos. La Antigua Iglesia Católica y los anglicanos están influenciados sobremanera por sus gobiernos nacionales; la Antigua Iglesia Católica en su formación original, y los anglicanos tanto en su formación como por ser la iglesia nacional británica. Como tales, están fuertemente influenciadas por las corrientes culturales y las presiones financieras de un culto estatal. Lo mismo ocurre con los católicos alemanes, con su impuesto eclesiástico y su integración cultural.
¿En qué terminaron la Iglesia Anglicana y la Antigua Iglesia Católica? Terminaron en cientos de nuevos cismas y sectas. Terminaron abandonando la moralidad tradicional de la fe cristiana así como abandonaron la doctrina teológica fundamental de la fe.
¿Si los católicos alemanes deciden seguir el camino del cisma qué éxitos esperan alcanzar? La Iglesia Anglicana y la Antigua Iglesia Católica se encuentran en una decadencia funesta, dividiéndose y subdividiéndose en cismas y sectas cada vez más pequeñas, bogando hacia la misma inmoralidad y el relativismo en una teología a la deriva, al igual que las otras denominaciones protestantes liberales.
¿Optarán los cardenales alemanes por buscar su propio rumbo?
De ser así, no habrá gran necesidad de desbrozar el camino. Las vanguardias han dejado muy bien marcado el sendero.
Lo único que necesitan hacer es seguir a los Antiguos Católicos, a los anglicanos y a los luteranos.
«¡Pero si ya hacen eso!» me dirán ustedes.
Efectivamente.
Fr. Dwight Longenecker, presbítero católico. Converso del anglicanismo al catolicismo
Publicado originalmente en Standing on my edge (Patheos)
Traducido por Enrique Treviño, del equipo de traducción de InfoCatólica