«Cosas humanas» y «animales persona»

A diferencia de otras épocas, hoy existen corrientes que pretenden no solo excluir a ciertos seres humanos de la calidad de persona, sino además, incluir a seres no humanos dentro de dicho carácter.

La reflexión sobre el hombre y su dignidad ha avanzado como todo conocimiento humano a lo largo de la historia, aunque actualmente se estén dando retrocesos y situaciones paradójicas a su respecto.

Dicho de manera muy simple, el reconocimiento de la calidad de ser humano de quienes no pertenecían al grupo fue un proceso lento que duró varios siglos; y además, lo anterior no significó de inmediato su consideración como personas, puesto que esto último se demoró más tiempo aún.

De este modo, la noción de ser humano solía ser más amplia que la de persona, pues esta última incluía a algunos de ellos solamente; algo así como dos círculos, uno de los cuales –el que representa a las personas– está completamente metido dentro del otro.

Ahora bien, en algún momento pareció que ambos círculos, el de ser humano y el de persona, por fin coincidían: cuando se aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948.

Por desgracia, muy poco tiempo después el círculo de los considerados persona nuevamente comenzó a menguar, proceso que ha seguido creciendo hasta el día de hoy. De este modo, los excluidos serían algo así como «cosas humanas» –con todo lo contradictorio que resulta el término–, lo que afecta especialmente a aquellos que se encuentran en una situación más débil: no nacidos, moribundos, ancianos y niños.

Sin embargo, a diferencia de otras épocas, hoy existen corrientes que pretenden no solo excluir a ciertos seres humanos de la calidad de persona, sino además, incluir a seres no humanos dentro de dicho carácter.

De esta forma, si volvemos al ejemplo de los círculos, ahora el que representa a los que son considerados persona no está encerrado dentro del que representa a los seres humanos ni coincide totalmente con él, sino que saliéndose del mismo, abarca a otros entes. Dicho de otro modo: ambos círculos poseen una intersección, que representa a los «seres humanos-persona» y dos sectores en que cada uno se encuentra solo, sin solaparse, representando uno a los «seres humanos-no persona» (o si se prefiere, a las «cosas humanas») y el otro a los«persona-no seres humanos», o si se quiere, a los «animales-persona».

Es por eso que en vastos sectores se trata mucho mejor a diferentes animales e incluso vegetales que a determinados miembros de nuestra especie, lo que explica que a la par que crece la mentalidad ecologista (convertida incluso en una auténtica religión), se atente cada vez de forma más atroz contra la vida de algunos seres humanos.

Ahora bien, uno de los problemas de esta tendencia es que todos podemos perder nuestra calidad de persona. ¿Correremos el riesgo?

 

Max Silva Abbott

Publicado originalmente en Viva Chile

3 comentarios

Muy cierto, el gasto para las mascotas es el cuarto en Europa. Se habla de los perros y gatos como miembros de la familia. Se gastan fortunas en sus cuidados sanitarios. Y después nos sale una ministra que dice que no existen evidencias cieentíficas de que el feto sea un ser humano. Y nel presidente Rajoy necesita consenso para defender la vida de los no nacidos.
Muy triste, pero no me cabe duda de que llegará el día en que otras generaciones nos llamarrán bárbaros por hacer lo que hacemos.
4/09/15 10:44 PM
gambino
Hace poco una me dijo que su perro era su familia. Y tiempo atrás me había dicho que un feto (humano) es un parásito que se alimenta de su madre, que lo había visto en un documental.

Alucinante.
6/09/15 6:26 AM
Carlos
Dia vendrá en que los historiadores escribiran: "era una sociedad bárbara y asesina. Las madres mataban a sus hijos en su vientre, y quienes estaban en contra eran sancionados".
6/09/15 10:17 AM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.