No hay dos sin tres. A las dos religiosas más mediáticas de Cataluña (Sor Teresa Forcades y Sor Lucía Caram) hay que añadirle una tercera, Sor Viqui Molins, que aparece continuamente en los medios de comunicación, y que comparte la mayoría de las ideas de sus dos hermanas consagradas. (Véase por ejemplo el programa que le dedicó «El Convidat» de TV3. En una reciente contraportada de La Vanguardia, se define diciendo: «soy más bien de izquierdas y ahora soy independentista». Pero esto no es lo más importante, lo más preocupante es su opinión en cuestiones morales del Magisterio de la Iglesia, como por ejemplo sobre el tema del aborto, yendo inclusó más allá de lo que han dicho las otras progresistas monjas mediáticas.
Entre las diferencias nos encontramos que Sor Viqui Molins, no viste con hábito, me parece coherente con su manera de pensar (a diferencia del tándem Forcades-Caram), y a favor suyo que no sólo se dedica a hablar de los pobres sino que vive con ellos y para ellos. Eso la honra, puesto que a la Forcades no se la ha visto nunca con los pobres (más allá de sus viajes pagados a Venezuela para defender a Chaves), y la Caram tiene una ONG no gubernamental y no católica con la ayuda de importantes personajes de la alta sociedad entre los que se encuentra la conocida familia joyera Tous. Por otra parte estoy convencido de que Sor Molins, también a diferencia de las otras dos religiosas locas por chupar cámara, no busca ser mediática, la han hecho famosa los medios públicos y privados de Comunicación del nacional-progresismo catalán que les encanta resaltar los religiosos que públicamente se manifiestan heterodoxos y si son independentistas mucho mejor.
También es diferente la edad, Sor Viqui pertenece a una generación a la que llamamos habitualmente los «progresaurios», tiene 77 años, vivieron una época convulsa y en muchas cosas morirán con las botas puestas. Las otras dos hermanas pertenecen a la quinta de nuestro queridisimo Llisterri, los«neo-progres», progresistas de ideas, pero cuidándo mucha la estética, las relaciones, y adaptándose en cierta manera a lo que haga falta para tirar adelante y seguir luciendo el tipo.
Pero vayamos a las declaracions de Sor Molins, que no sólo han sido a La Vanguardia, sino también en paralelo, aunque distintas al diario «ARA», en este rotativo quiero destacar la respuesta que hace en referencia al hábito, entiendo que una religiosa con sus ideas no lleve hábito, pero la argumentación que nos da me parece del todo injustificada:
Usted es una monja pero sin hábito. ¿Por qué?
El hábito aleja de la gente y te da privilegios, esto no me gusta. Ya hace tiempo que no lo llevo. Empecé a sacármelo, de forma clandestina, a inicios de los 80, y ya de forma definitiva a principios de los 90, porque la Iglesia en aquel momento permitió que el hábito fuera voluntario. Para mí es más cómodo ir sin y además así cada cual va con su estilo. Yo, por ejemplo, no voy vestida de viejita porque no me veo.
Y como era de esperar las clásicas declaraciones a favor del celibato optativo y de la discriminación de la mujer en la Iglesia
¿Esta otra Iglesia debería permitir, por ejemplo, que los sacerdotes se puedan casar?
¡Claro que sí! Para los sacerdotes el celibato debería ser voluntario. No entiendo por qué un pastor protestante se puede casar y un sacerdote católico no. No tiene sentido. Pero lo veo diferente en el caso de los religiosos. Para ellos es una opción voluntaria que se toma para quedarse libre para dedicarse a los demás. Si yo hubiera estado casada y con hijos no hubiera podido dedicarme a los demás con toda esa intensidad y ahora, seguramente, estaría cuidando a los nietos.
¿Usted cree que la Iglesia desprecia las mujeres?
Sí, la mujer está menospreciada en el seno de la Iglesia, mucho. Yo he luchado tanto como he podido para cambiar esta situación pero todavía nos queda un camino muy largo por recorrer.
Y ahora voy a las declaraciones más polémicas en La Vanguardia, las reproduzco no sólo literalmente sino fotográficamente, para que no haya ninguna duda ni manipulación:
Es decir, que esta religiosa está dispuesta a ayudar y acompañar a cualquier mujer que libremente decida abortar, y además riñe a las mujeres que no toman «precauciones» para quedarse embarazadas.
A mi me parece algo escandaloso, sólo comparable a lo del Rvdo. Manuel Pousa que también dijo a un medio de comunicación que había pagado abortos. Que por cierto fue capaz de rectificar y pedir disculpas públicamente. Esta mujer consagrada ¿sabe que es causa de excomunión ayudar o colaborar en la práctica del aborto?.
Pues si nuestra Santa Madre Iglesia tomara la lógica determinación de excomulgarla, ya no podría decir esa frase que tanto le gusta repetir cuando las autoridades eclesiásticas critican sus declaraciones: «Eh, que yo también soy Iglesia».
Finalmente decir que Sor Viqui Molins escribe semanalmente en los dos medios más importantes del nacional-progresismo eclesial: La Catalunyareligió de Jordi Llisterri y la Catalunya Cristiana del Rvdo. Jaume Aymar. Lo segundo me preocupa mucho más, porque la web de Llisterri al fin y al cabo es suya y de sus amigos y benefactores, pero Catalunya Cristiana tiene como máximo responsable a n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach. Y que todo un cardenal permita que en un medio de comunicación, que él preside, escriban personas que se muestran colaboracionistas con el aborto, me parece ciertamente escandaloso y opino que alguien tendría que tomar cartas en el asunto cuanto antes.
Antoninus Pius
Publicado originalmente en Germinans germinabit