Empecemos por los textos mismos. 1 Samuel 18,1-4 dice:
Y aconteció que cuando David acabó de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada al alma de David, y Jonatán lo amó como a sí mismo. Saúl tomó a David aquel día y no lo dejó volver a la casa de su padre. Entonces Jonatán hizo un pacto con David, porque lo amaba como a sí mismo. Jonatán se quitó el manto que llevaba puesto y se lo dio a David con sus ropas militares, incluyendo su espada, su arco y su cinturón.
1 Samuel 20,30-33:
Se encendió la ira de Saúl contra [su hijo] Jonatán, y le dijo: “¡Hijo de perversa y rebelde! ¿Acaso no sé yo que prefieres al hijo de Isaí [también conocido como Jesé], para tu propia vergüenza y para vergüenza de la desnudez de tu madre? Pues mientras viva sobre la tierra el hijo de Isaí, ni tú ni tu reino serán establecidos. Ahora pues, manda a traérmelo, porque ciertamente ha de morir.” Pero Jonatán respondió a su padre Saúl, y le dijo: “¿Por qué ha de morir? ¿Qué ha hecho?” Entonces Saúl le arrojó la lanza para matarlo ; así Jonatán supo que su padre había decidido matar a David.
2 Samuel 30,23-27:
Saúl y Jonatán, amados y amables en su vida,
Y en su muerte no fueron separados;
Más ligeros eran que águilas,
Más fuertes que leones.
Hijas de Israel, lloren por Saúl,
Que las vestía lujosamente de escarlata,
Que ponía adornos de oro en sus vestidos.
¡Cómo han caído los valientes en medio de la batalla !
Jonatán, muerto en tus alturas.
Estoy afligido por ti, Jonatán, hermano mío;
Tú me has sido muy estimado.
Tu amor fue para mí más maravilloso
Que el amor de las mujeres.
¡Cómo han caído los valientes ,
Y perecido las armas de guerra!”
Ninguno de esos textos expresa nada sexual entre David y Jonatán. Algunos autores pueden hacer conjeturas sobre el significado de dar regalos, de defender a un amigo o de lamentar su muerte, pero son eso: conjeturas. Así pues, lo sexual pertenece a lo que algunos ponen en el texto; no lo que el texto dice.
Está la frase emotiva de David: “Estoy afligido por ti, Jonatán, hermano mío; tú me has sido muy estimado. Tu amor fue para mí más maravilloso que el amor de las mujeres” (2 Samuel 30,26). Esa expresión compara dos amores: el “de las mujeres” y el de Jonatán. ¿Cómo fue el amor de David hacia las mujeres? Como consta en los libros de Samuel, que venimos citando, fue una llamarada efímera; fue una satisfacción egoísta; fue algo meramente corporal y sexual (recuérdese el caso de su adulterio con Betsabé, esposa de Urías). David usó las mujeres como objetos sexuales. Muy al contrario, David se da cuenta, a través de su amistad con Jonatán, que el afecto es más que pasión y más que sexo. Jonatán supera a las mujeres, en la mente de David, porque a través de una amistad generosa donde se busca el bien del otro, David descubrió que querer es mucho más que satisfacerse uno usando el cuerpo de otro. Cualquier alusión corporal o sexual que quiera alegarse carece de base en el texto. Repito: son cosas que una mentalidad erotizada, como la de nuestro mundo, pretende agregar al texto.
Hay razones adicionales para negar la sugerencia de homosexualidad, que ya vemos que resulta sencillamente calumniosa.
Primera: el verbo más común en la Biblia para referirse a la intimidad es “conocer,” como cuando se dice que un hombre “conoció” a su mujer. Ese uso verbal está completamente ausente de la historia de David y Jonatán.
Segunda: el adulterio y el asesinato están proscritos en la Ley de Moisés. Aun siendo David el rey, cuando él cae en esos pecados es denunciado abiertamente a través de los profetas, como se ve en el caso de la denuncia que Natán hace a David por haber adulterado con Betsabé y haber hecho matar a Urías. Según esto,para admitir que entre David y Jonatán hubo una relación homosexual, cosa condenada por la Ley, hay que explicar por qué tal relación no fue denunciada por los profetas. Por supuesto la razón para la ausencia de tal denuncia es algo que se agrega al texto. De nuevo: el texto no apoya la interpretación homosexual.
Tercera: el gran amigo de David era Jonatán. El gran enemigo de David era Saúl, padre de Jonatán. Pero cuando ambos murieron en la batalla de Gilboa o de Gelboé, David exclama, según se ha citado: “Saúl y Jonatán, amados y amables en su vida, y en su muerte no fueron separados.” David une en un mismo lenguaje de dolor lo que siente por su amigo y por su enemigo. Es bien sabida la intensidad de los sentimientos que los amantes desarrollan; es bien conocida la posesividad y la consiguiente ira contra aquel que no deja que se desfogue la pasión. Pero aquí vemos a David que con una misma frase llora la partida de Jonatán y de Saúl. Se ve que los sentimientos de David no brotan de un corazón henchido de pasión sino abierto a los afectos más nobles, a saber: la grandeza de la verdadera amistad, y la grandeza de la unción de Dios para el jefe de su pueblo.
De todo ello se ve que la interpretación homosexual no sólo no es probable sino que es francamente abusiva del texto.
F. Nelson Medina, OP